Joker, The Irishman, Once Upon a Time in Hollywood, 1917, parecerían ser las favoritas para llevarse el Oscar a mejor película el próximo 9 de febrero, aunque uno de los films que pocos tuvieron en cuenta y se ganó un lugar entre los largometrajes más destacados, dejando afuera a otros candidatos como Rocketman o The Two Popes, fue Ford vs Ferrari o Contra lo Imposible como se la denominó en Argentina previo a su lanzamiento en noviembre pasado.
Además, el film de la marca del óvalo y la compañía italiana dirigido por James Mangold y protagonizado por Christian Bale y Matt Damon también logró las nominaciones para: Mejor montaje; Mejor mezcla de sonido; y Mejor edición de sonido.
A lo largo de los años, pocas películas de automovilismo lograron acceder a las diferentes nóminas de los Oscars y mucho menos alcanzar la categoría a “mejor film”. Sin embargo, largometrajes como Grand Prix o Cars consiguieron competir en los clásicos galardones estadounidenses, pero por "Mejor película animada" en el caso del producto de Pixar; y "Mejor edición", "Mejor sonido" y "Mejores efectos sonoros", si se tiene en cuenta al film de Fórmula 1 (todas las nominaciones fueron ganadas).
En relación a Ford vs Ferrari, el largometraje se encuentra basado en hechos reales y trata acerca de la recordada disputa entre la marca del óvalo y la firma italiana durante la década de 1960, cuando la automotriz estadounidense intentó adquirir la casa del cavallino rampante, oferta que fue duramente rechazada por Enzo Ferrari. La acción tiene lugar en la edición número 34 de Las 24 Horas de Le Mans disputada en 1966.
Protagonizada por Christian Bale y Matt Damon, para encarnar al británico Ken Miles (piloto e ingeniero británico) y el piloto y diseñador de autos Carroll Shelby, el foco de la película se encuentra puesto en el intento de Ford por conseguir el triunfo en la carrera de largo aliento en el circuito francés como una suerte de venganza tras la ácida respuesta por parte de Enzo Ferrari hacia Henry Ford II y Lee Iaccocca luego del fallido deseo de la empresa de Detroit de obtener gran parte de las acciones de la compañía de Maranello en 1963.
La respuesta de Ford fue el desarrollo del GT40 para derrotar a Ferrari, marca que desde hacía años se imponía en Le Mans. Durante los primeros ensayos, el óvalo no logró cumplir con el objetivo ya que a pesar del desarrollo en conjunto entre Shelby y Miles para tratar de conseguir el liderazgo en 1965, el británico fue distanciado del proyecto, acción que desencadenó en el abandono del equipo Ford en plena carrera francesa, a causa de varias fallas mecánicas que habían sido anunciadas con anticipación por el propio Miles.
Finalmente, un año más tarde con el inglés en el equipo y un rediseño del GT40, tres modelos (fuente de inspiración para los actuales Ford GT) cumplieron ampliamente con su cometido logrando que en aquella edición, de alguna manera, comience la debacle de Ferrari en esa carrera de resistencia. Durante los tres años siguientes los GT40 dominaron “a piacere” esa competencia.
