En una de las definiciones más ajustadas de los últimos tiempos, Max Verstappen se convirtió en el nuevo campeón mundial de la Fórmula 1, superando por una escasa diferencia a otro de los íconos de la categoría, Lewis Hamilton.
Tras consagrarse en la categoría más alta del automovilismo, uno de los "secretos" del neerlandés salió a la luz, ya que hace unos años sufrió bastante para pasar una de las pruebas más difíciles de su vida con un Renault Clio.
Hay que recordar que el debut de Max en la F1 lo hizo con 17 años, cuando corría para Toro Ross, incluso antes de tener la licencia de conducir. Es por eso, que a pesar de las carreras, el piloto salía a practicar con su padre, pero al parecer la caja manual no era lo suyo.
“Mi papá necesitaba empujarme al auto. No me gustaba pasar de marcha ”, reveló Verstappen, según Quatro Rodas, revista hermana de Parabrisas. Además, reveló lo siguiente de acuerdo a su examen teórico: “Estudié de 6:00 pm a 1:00 am. Por la mañana hice la prueba y aprobé”.
De todos modos, faltaba el desafío más difícil, ya que aun no había realizado el práctico. Si bien llevó diferentes obsequios para el examinador, al hombre no le importó y observó a Max durante toda la prueba.
“Tuve que girar a la izquierda, pero giré a la derecha. Así que fue un poco vergonzoso" dijo el campeón. Aun así, peor fue el momento cuando no le cedió el paso a los peatones, ya que estuvo a nada de fracasar. Como bien mencionó el piloto, ante un error más no hubiese podido sacar la licencia de conducir.