Así probábamos el Renault Scénic

Recordamos el test del recordado monovolumen. En esta ocasión, la prueba de manejo corresponde a la edición de junio 1998 de Revista Parabrisas. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Propuesta singular del rombo, con un concepto revolucionario para un auto de su franja.

Scénic parece significar escénico, un nombre de fantasía como tantos que se dan a los cada vez más modelos y variantes de la producción automotriz de todo el Planeta. Sin embargo, el nombre es la sigla de un concept car presentado por la Régie Renault en el Salón de Frankfurt de 1991: el Safety Concept Embodied in a New Innovative Car (algo así como "concepto de seguridad carrozado en un innovador auto nuevo.

Seis años después, y a punto de cumplir la marca francesa su primer centenario, el Mégane, a cuya familia pertenece el Scénic, fue el auto francés más vendido en Europa y en su propio país en 1997. Finalmente, seis meses después que sus hermanos Mégane, llegó a la Argentina el monovolumen, directamente derivado de aquel proyecto de hace ocho años, con una propuesta singular y con un concepto revolucionario en cuanto a formas y detalles, aunque comparte la plataforma y la batalla con los Mégane bicuerpo y tricuerpo.

Nos dimos cuenta de su singularidad cuando quisimos describirlo por teléfono, tras tener el primer contacto con él. No es un "minivan" no es una rural ni una break, tampoco un "sport utility" ni una berlina ni un sedán. Evidentemente no es un auto convencional. La única seguridad que da al observarlo es que se trata de un monovolumen, del tamaño de un auto, pero con proporciones completamente diferentes dadas por su alto desusado.

Renault Scénic

Por este año, los Scénic se importarán de Francia, con unidades adaptadas a las necesidades de nuestros caminos y calles, ya que tendrán diferencia con las destinadas al mercado de origen en tres puntos: protección de cárter, protección de cañerías de freno y nivel más alto de la toma del filtro de aire.

Desde fines de este 98, la filial Argentina se abastecerá de este modelo a través de la planta de Renault en Curitiba, la segunda en el mundo destinada a esta línea, que incluye tres versiones: las nafteras RXE (que nos ocupa); la RT, con menor grado de equipamiento y un precio más bajo en (apróximadamente, diez por ciento), y la RT Diesel turbo. Obviamente destinado a usuarios con familia numerosa, seguramente tendrá una gran acogida, basada en sus buenas prestaciones, su gran versatilidad y especialmente por la buena posición de su precio.

Diseño - Aerodinámica

En trazos generales, el Scénic continúa con el perfil de formas elipsoidales que debutara años atrás con otro monovolumen, el Twingo, y que adoptara luego los restantes modelos de Mégane. El aire de familia continúa en la trompa, idéntica a los Mégane ya conocidos, aunque el conjunto de paragolpes y spoiler es ligeramente mas grueso.

Como decíamos, la trompa es igual, pero el ángulo de inclinación del parabrisas, que se continua en el capot, tiende más a la vertical en el Scénic, con el vidrio más alto y la delantera en voladizo apenas más corta.

Los laterales tienen una enorme superficie vidriada y, en cuanto a la cola, con el único ángulo cerrado de todo el diseño en la parte que empalma con el techo, muestra un logrado equilibrio con el resto. Los cortos guardabarros delanteros tienen una particularidad notable: son de material plástico, realizados en Noryl, una combinación de poliamida y poliéster que exteriormente pasa desapercibida pero tiene la ventaja de ser insensible a pequeños choques. (¿recuerda el escepticismo que provocó hace una década la aparición de los primeros paragolpes plásticos ?...)

Renault Scénic

El coeficiente de penetración aerodinámica de 0,33 desmiente la impresión a ojo que da el importante volumen de este vehículo. En cuanto a la impresión estética, el observador queda confundido por lo audaz del dibujo, y como pasó en otras épocas (desde los Studebaker del 47, a los Ford Sierra de los 80, pasando por el Renault 12) habrá que acostumbrarse a unas formas diferentes, que causan repentina admiración o escéptico rechazo.

Motor - Prestaciones

El impulsor es un moderno dos litros de ocho válvulas, inyección multipunto y 115 CV, que sorprende gratamente en las prestaciones que se obtienen para poner en movimiento un peso de casi 1.300 kilos en orden de marcha y que se destaca también por el fácil acceso a sus partes, cuando se levanta el capó. En el caso de la aceleración, aún mejoran

do las especificaciones que da la fábrica, con un valor debajo de los 11 segundos en la prueba de los 100 Km/h con partida detenida. También sorprende por un preconcepto que uno pueda tener (aunque suena un poco ridículo admitirlo) "vehículo bajo, vehículo rápido..." y viceversa. La velocidad máxima, de 185 km/h, es más que suficiente para un auto desprovisto de aristas deportivas. En cuanto a la recuperación de velocidad, tanto en cuarta marcha (casi directa) como en la desmultiplicada quinta, el desempeño es satisfactorio.

Confort- Espacio interior

El confort es uno de los puntos más altos del Scénic, por el excelente e ingenioso aprovechamiento del espacio. Sin embargo, la posición de manejo es quizá el punto más criticable de este vehículo. Resulta que aprovechando el alto del techo con respecto al piso, apto aun para un quinteto de basquetbolistas de la NBA, los asientos muy elevados con respecto al suelo: entre 16 y 18 centímetros más que en sus hermanos bi y tricuerpo.

Esto hace que el conductor tenga una excelente visión del camino o de la calle, ya que el panorama se le amplia por lo elevado del punto de mira. Pero aunque los asientos son regulables en tres dimensiones, incluyendo altura, la posición de manejo se ve complicada por la inclinación del volante (a su vez regulable en altura) que tiende más a la horizontalidad que lo habitual.

En un viaje de mil kilómetros o más, recordamos en mas de una ocasión la postura a la que se ve obligado el conductor de una Traffic, que inevitablemente cansa los brazos. Otra para la columna del debe: la ubicación de las teclas levantavidrios, muy incómodas, especialmente en el compartimiento trasero.

Renault Scénic

Las butacas son cómodas ; las tres traseras (individuales) son deslizables sobre correderas. Y además de abatibles (la central ofrece una mesita en esta posición) son fácilmente removibles; retirándoselas -una vez aprendido el procedimiento- en menos de diez segundos.

Son realmente muy, pero muy cómodas cuando el cinco plazas se convierte en un cuatro plazas, quitando la del medio y corriendo las dos restantes hacia el centro, con lo cual también se tiene la posibilidad de reclinarlas. Es igualmente plausible el espacio que para las piernas disponen los pasajeros del compartimiento trasero, y la accesibilidad tanto atrás como adelante. En cuanto a la visibilidad, es muy satisfactoria por la gran área vidriada, con la salvedad que  por el retrovisor interno, se ve interferida la visión por el apoyacabezas de la butaca central.

Instrumental - Equipamiento

Con respecto a los otros Mégane, el Scénic no tiene grandes diferencias en el panel de instrumentos. Es prácticamente el mismo, con el velocímetro al medio y el cuentarrevoluciones a la derecha, que por efecto de la inclinación del volante, puede quedar para algunos conductores -fue nuestro caso obstruido en la visión, precisamente en la zona de las 3.000/5.000 rpm, es decir la que más se necesita consultar en ruta.

Se ha agregado un indicador "varilla de aceite" digital, y la bocina volvió a la ubicación tradicional en los Renault: la palanca de luces de viraje. Una mala: el comportamiento del indicador de combustible, por su inexactitud. Al revés que en muchos autos, baja muy abruptamente al principio y cuando marca que ya no hay con que, quedan en el tanque diez litros.

Dirección-Suspensión

Muy buena dirección. Un gusto manejarlo y mucho más maniobrarlo en espacios reducidos, como verbigracia, un garage. En ruta es la firme y dócil dirección típica de los productos del rombo. Las suspensiones, McPherson adelante, paquete de barras de torsión atrás, dan seguridad y tienen el grado de equilibrio justo entre comportamiento y confort. La tenida en ruta es muy buena, con una leve tendencia al subviraje, no observándose un rolido excesivo, que hubiera sido disculpable por la altura del centro de gravedad. Y son resistentes al maltrato, y para dar fe de ello, vaya el relato de una experiencia.

Renault Scénic

En Catamarca, viajando antes del amanecer, en una curva a la derecha nos sorprendió encontrar en medio del camino una cabra. Pensando en la integridad del frente, ya que había que hacer las fotos para ilustrar esta nota, tratamos de esquivarlo. La mala maniobra, hizo que el auto se fuera para la angosta banquina exterior. Midiendo el riesgo de volcar si intentábamos volver al camino, lo dejamos deslizar hacia el "fuoripista". ¡Para qué! Era un barranco de tres metros y medio de profundidad. La Scénic voló literalmente como en rally y aterrizó a gran velocidad arremetiendo contra una serie de montículos.

Cuando se detuvo, bajamos a comprobar los daños: milagrosamente, no sólo no había volcado, sino que tampoco se dañó ni un amortiguador ni una llanta, ni otro elemento, salvo el radiador, que fue rápidamente reparado en la Renault de La Rioja por el servicio oficial de mecánica, a cargo del amigazo Bracco, aquel que fuera el navegante del Dr. Menem en sus primeras incursiones deportivas. Si había una prueba de fuego para comprobar la dureza del vehículo, fue ésa. Y la pasó con guapeza.

Transmisión - Caja

Los dos quintales plus de peso hicieron menester la adecuación de la caja de velocidades, con relaciones acortadas en la primera, segunda y quinta marcha. Es ideal el accionamiento de la palanca de cambios y también el del pedal de embrague. La conexión de la marcha atrás, como en todo Renault moderno, se efectúa mediante un anillo, lo que facilita la cosa.

Seguridad- Frenos

El ABS es el único opcional que se ofrece para el Scénic. El nuestro no tenía tal dispositivo, pero lo notamos muy franco al aplicar el pedal en los "panic stop" de las pruebas. Si, cuenta con doble airbag en las versiones RXE. En la seguridad pasiva también merecen destacarse las protecciones contra colisiones, frontales, traseras y laterales; el tanque de combustible plástico ubicado en una zona protegida, delante del eje trasero; los interruptores de alimentación de combustible cuando el motor deja de girar, los eficientes cinturones inerciales, los apoyacabezas, etc.

Precio

Nos parece que este es el argumento N 1 de ventas para la gente de Renault. Aunque no hay muchos competidores directos (ninguno?) por las particularidades del vehículo, si se toman en cuenta capacidad, versatilidad, performance, equipamiento o prestigio, servicio mecánico postventa, los $27.300 y lo que se puede comprar en este momento en el mercado con ese dinero, no parecen excesivos. Al contrario.

Texto y fotos: Carlos Neira

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