Cinco años tenía Sebastian Vettel (que hoy cumple 35 años) cuando el británico Nigel Mansell ganó, en 1992, el campeonato del mundo con Williams-Renault FW14b. Un doble aniversario que el alemán, hoy piloto de Aston Martin, decidió festejar de un modo particular: manejando ese auto (con el que Mansell triunfó de punta a punta en el GP de Inglaterra en Silverstone), que compró hace cuatro años.
Un auto que, dicho sea de paso, llevaba el número 5, que es el elegido de Vettel desde sus tiempos en el karting. “Fue mi idea homenajearlo de este modo”, comentó el piloto unas horas antes de la décima cita del año en el trazado inglés, “pero también pensé que teníamos que hacerlo de manera responsable, así que utilizamos combustibles neutrales en carbono para demostrar que podemos seguir aferrándonos a nuestra historia, herencia y cultura en el automovilismo. Tenía muchas ganas de conducir este coche por primera vez y escuchar su sonido, porque es un auto increíble, como su historia, y suena de maravillas”.
De esta manera, Vettel –cuatro veces campeón del mundo con Red Bull entre 2010 y 2013– demostró también que el automovilismo es la pasión con la que creció: “Creo que los autos con los que soñé cuando era niño son diferentes a algunos de los que prefieren otros pilotos. La cultura se puede expresar de muchas maneras: en la literatura, en la música, en el arte en general, pero nuestro tipo de cultura, nuestra forma de expresarnos es conduciendo autos de carrera. Y sería una pena que todo eso desapareciera. Esta es mi manera de mantenerlo vivo”.
Texto y fotos: Silvia Renée Arias, exclusivo desde Silverstone, Inglaterra.