Hace un par de meses, un lector de la revista me preguntaba por qué luego de haber publicado el test de determinado vehículo, volvíamos sobre él con lo que nosotros denominamos “operativo”. Le di nuestras razones: en un tests se busca establecer las performances (velocidad, aceleración, recuperación, frenaje, etc.), además de describir y analizar los equipamientos y sus funcionamientos, la habitabilidad, la incorporación de mejoras con respecto a su anterior modelo, su evolución tecnológica y, por supuesto, los aspectos estéticos del vehículo. Muy frecuentemente, por cuestión de agendas (nuestra y de las fábricas que facilitan sus productos para ser examinados), estas pruebas se llevan a cabo durante centenares de kilómetros, pero generalmente en ámbitos urbanos o suburbanos. Además, la comodidad de la posición de manejo se aprecia mejor tras varias horas en el volante.
Los llamados (quizás un poco pomposamente…) operativos nos permiten complementar las conclusiones de un test, con viajes a través de largas horas y generalmente miles de kilómetros por rutas, caminos y autopistas que nos brindan un contacto más prolongado y más íntimo, que sólo pueden dar muchas jornadas de manejo. Hay otros objetivos: de soslayo, la promoción turística es uno que va de la mano de la fotografía en lugares de atracción y el relevo del mapa rutero del país, con una actualización cada vez más dinámica, por la concreción de constantes mejoras y aperturas de caminos en nuestra extensa red vial.
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