No hay mal que dure cien años, dice el refrán. Incluso en la industria automotriz. La crisis que sacudió con furia al mercado estadounidense da muestras de ir disipándose, lentamente, para dar paso a una nueva época de prosperidad. Sin embargo, los actores saben que ese despertar no llegará rápidamente. La reciente edición del salón de Detroit NAIAS 2012, se realizó en un ambiente distendido, probablemente animado por los resultados comerciales del año que se fue: los tres grandes de la industria norteamericana cerraron 2011 con números positivos, con un mercado total de 13.500.000 unidades, once por ciento más que en 2010. Ese fue el marco ideal para presentar más de cuarenta novedades en un espacio más grande que en 2011 y con una participación de público que volvió a ser récord, condición que no alcanzaba desde 2005: esta vez fueron 780.000 los visitantes. Las claves de la muestra: propulsión alternativa y mayor presencia de modelos compactos con tecnología europea.
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