La antecede un halo de misterio. Minutos antes de la entrevista que concedió a la comitiva argentina conformada por ejecutivos de Car One y periodistas (limitada a unos estrictos veinte minutos), los rumores obligaban a pensar que madame Wang, la primera y única CEO mujer de una terminal china, sería "una entrevistada difícil."
Por supuesto que era una entrevistada difícil antes de los rumores, sobre todo por la infranqueable barrera que representa el idioma. Teniendo en cuenta que madame Wang hablaba en chino y que nuestra traductora manejaba un castellano que, por momentos, generaba dudas, anticipábamos cierta complejidad. Sin embargo, en cuanto se acercó a nuestro grupo (la esperamos durante una larga hora y media), inmediatamente se mostró amena y dispuesta a contestar a nuestros requerimientos.
Madame Wang (todos la llaman madame porque no saben ni se atreven a preguntar sobre su estado civil) es una mujer joven que se presenta de buen humor con una sonrisa relajada que la aleja de ese prejuicio que la antecede. Es una persona formada en la industria automotriz y la que tiene en sus manos el presente y el futuro de Haval y toda la confianza de Mr Wey, el dueño de Great Wall compañía de la que depende Haval.
En sus inicios usted fue vendedora de autos. Dada su experiencia, ¿cómo vendería Haval en el mercado argentino?
Todos los productos Haval son SUV, no hay otros modelos. Debido a ese enfoque Haval consiguió el liderazgo, tanto en ventas como en tecnología. Tenemos una filosofía que es encontrar el foco, especializarnos en él y, luego, cosechar el éxito.
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Argentina es para nosotros uno de los mercados mas importantes en el extranjero. Esperamos muy buenas ventas en Argentina luego de haber analizado el perfil de los clientes de ese país, y nos gustaría enfocarnos en ese mercado aunque, por ahora, sean solo pocos modelos los que allí vendamos.
Pero también consideramos que hay muchas dificultades para vender los autos al extranjero. Pero la combinación de buenos productos con buenos servicios nos permitirá conseguir mayor cuota del mercado.
Las marcas chinas tienen buena performance exportando vehículos al Mercosur, pero cuando los fabrican allí les va mal. ¿Tiene usted una opinión formada al respecto?
Hemos analizado los altos costos impositivos de Argentina y Brasil, por eso la compañía tiene planes de instalar una fábrica en Rusia y otra en los Estados Unidos. Por otra parte, considero que es necesario realizar estudios profundos en los diferentes países para después sí, con todos los datos necesarios, decidir poner una fábrica.
En 2022 el gobierno chino abrirá las puertas a empresas de capitál extranjero para instalarse en el país sin un socio local. ¿Cómo afectará esa medida a la industria automotriz china?
Es verdad que entre las marcas chinas que se lanzaron en mercados extranjeros no hay muchos casos exitosos, pero eso no quiere decir que los autos chinos no tienen capacidad de competir. Creo que el fracaso de otras empresas chinas responde a que no han encontrado una oportunidad y, claro, el fracaso de hoy no necesariamente supone un fracaso mañana.
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Este auto show es una clara muestra de que los autos chinos hoy, gracias a importantes mejoras de calidad y tecnología, pueden competir con los de cualquier procedencia. Además, a partir de 2019, gracias a un cambio de normativa, los autos fabricados en China serán aún más competitivos. Incluso vemos en nuestra marca de SUV de lujo, Wey, modelos preparados para competir con productos de manufactura de gran calidad como lo son los fabricados en Japón o Corea del Sur.
