Mégane a trois

Con un inconfundible estilo francés, el hatchback de la tercera generación del mediano del rombo tiene mucho en común con el flamante Fluence. Llega de Turquía con un buen nivel de equipamiento que redunda en un precio de entrada de gama elevado. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

La variante cinco puertas del tercer Mégane se presenta en la Argentina con una sola motorización y dos versiones de equipamiento: Luxe y Privilège. Así se convierte en una alternativa del Fluence para los que prefieren la silueta hatchback o bien para los que prefieren –aun pagando un plus por ello–los modelos del rombo fabricados en Europa. De todos modos, por lo que pudimos constatar, a la vista hay muy pocas diferencias entre el cordobés y el europeo.

Diseño ****

Estamos hablando de un diseño muy diferente al de su antecesor, que se caracterizaba por una cola muy particular y que dividía las opiniones en cuanto al gusto. Esta tercera generación del modelo nacido en 1996 luce más armónica sin perder la modernidad y el reconocido estilo francés. Si bien difiere del Fluence en la trompa y, obviamente, en la parte posterior, las medidas son similares y la prueba está en la utilización de elementos en común, como la muy evidente  plancha frontal. Sin embargo, el Mégane tiene casi seis centímetros menos de distancia entre ejes, lo que redunda en un menor espacio atrás. Como producto destinado al mercado europeo, las terminaciones y la insonorización están bien cuidadas. Para ello hay detalles, como los limpiaparabrisas que se encuentran ocultos bajo la línea del capot que, además de  contribuir a la estética, brindan un mejor comportamiento acústico y aerodinámico.

Confort *** y 1/2

La posición de manejo es muy buena. Incluso cuenta con butacas más confortables que las de su par argentino. Además de los ajustes del volante y del asiento, incluyendo una regulación lumbar, el conductor cuenta con los comandos habituales bien ubicados y de buen tacto.

La menor distancia de entre ejes y la abrupta caída del techo hacia la parte posterior, penalizan a los pasajeros del sector trasero con un espacio muy justo para las piernas y les complican el viaje a los de más de un metro setenta y cinco de estatura. Dicha caída tanbién afecta la visdibilidad hacia atrás. Con 368 litros, el tamaño del baúl está a la par de los de la mayoría del segmento.

Motor *** y 1/2

Otro de los elementos que comparte con el Fluence es el motor M4R de 2.0 litros y 16 válvulas de origen Nissan. Con 143 CV de potencia y 19,9 kgm de torque, salvo en la velocidad máxima que fue de 196,7 km/h –contra los 200 de la ficha de Renault–, en las pruebas obtuvimos, en general, mejores prestaciones que las declaradas por el fabricante. La aceleración de 0 a 100 km/h la establecimos en 9,3 segundos, mientras que también obtuvimos buenos valores de elasticidad registrando en nuestro RaceLogic 8,9 segundos para ir de 80 a 120 km/h en la cuarta velocidad. Al mismo tiempo, el Mégane arrojó valores de consumo en ciudad un poco altos, que le bajan el promedio frente a los razonables registros obtenidos en ruta, tanto a 90 como a 120 km/h con un rendimiento de 15,8 y 11,4 km por cada litro consumido, respectivamente.

Gracias a un cuidado aislamiento de la cabina, y a su baja rumorosidad, adentro el impulsor casi no se escucha en el habitáculo.

Suspensión ****

Tan elogiable como el del Fluence, el esquema de suspensiones aporta un gran confort de marcha en los variados terrenos. En ciudad absorbe y minimiza las imperfecciones, mientras que en ruta se mantiene estable, manifestando un mínimo rolido recién cuando se lo exige en curvas muy cerradas, pero mostrándose muy firme a gran velocidad y frente a vientos laterales. La dirección también se adapta tanto al tránsito urbano, como fuera de aquel, ya que es muy blanda y ágil en el primero, y su dureza es adecuadamente progresiva para transitar con firmeza en la ruta.

Equipamiento *** y 1/2

A nuestro país sólo llegan las versiones más equipadas, por lo que la lista de ítems es bastante amplia. Se destaca el sistema de navegación Carminat Tom Tom integrado al tablero con cartografía regional, cuya gran pantalla está fija en la parte superior de la plancha frontal y que queda muy expuesta a las malas intenciones de los amigos de lo ajeno, quienes, de concretar su objetivo, dejarán un vacío muy importante.  Además ofrece climatizador digital bi-zona, un elemento que evita rencillas entre conductor y acompañante –los matrimonios sabrán entender mejor a lo que nos referimos…– e incorpora equipamiento que ya es casi convencional en los modelos más modernos del segmento, como cierre eléctrico de puertas, levantavidrios eléctricos delanteros y traseros, con función one touch y antipinzamiento, equipo de audio Hi Fi con CD, MP3, USB CBox y Bluetooth, techo solar de desplazamiento eléctrico, sensores traseros de asistencia al estacionamiento, retrovisores exteriores con comando eléctrico y que se pliegan cuando se cierra el vehículo, y el limitador y control de velocidad.

También hereda elementos de segmentos superiores, como la tarjeta llave manos libres, la que permite el arranque, apertura y cierre del vehículo con sólo tener la tarjeta dentro del habitáculo o baúl. Y el detector de presión de los neumáticos, un plus que marca la diferencia.

Seguridad *** y 1/2

Es, sin duda, uno de los mejor dotados del segmento. Esta versión Privilège cuenta con seis airbags para conductor y acompañante, incluyendo laterales y de cortina para todos. Frenos con ABS y asistencia al frenado de urgencia; control de estabilidad y trayectoria (ESP) y control de tracción completan el listado, sin olvidar los frenos a discos en las cuatro ruedas, sistema con el cual se logran frenadas en cortas distancias. Por ejemplo, para detenerse desde los 100 km/h precisa 39,8 metros, siempre bien derechito.

Transmisión ****

El agregado de una sexta marcha colabora con el mejor escalonamiento de los cambios y permite una mayor desmultiplicación de la más alta, logrando de esta manera un andar menos “vueltero” en ruta con el consecuente ahorro de combustible. La caja es suave y precisa, con un embrague blando que evita el cansancio de las piernas en la ciudad.

Precio ***

Pese a que llega de un país extra Mercosur-México, y que por ello paga un 35 % de arancel de importación, el nuevo Mégane III en su versión Privilège cuyo valor es de 126.800 pesos,  presenta una interesante relación precio-equipamiento, principalmente teniendo en cuenta el referido a la seguridad.

Con años más, años menos de permanencia en nuestro mercado, los bicuerpo medianos que entran entre sus competidores son los nacionales Ford Focus, Citroën C4 y Peugeot 307, y los importados Hyundai i30 y Volkswagen Golf. Sin tanto equipamiento, la versión del óvalo que más se le parece es la Ghia 2.0, que con 145 CV cuesta $ 110.999. El de los chevrones, también con el motor de 2.0 litros y 143 CV, alcanza los $ 115.675 en su variante Exclusive. Fabricado en El Palomar, como el C4, y con el mismo motor, aparece el hatchback del león a un precio de 106.500 pesos. Más caro, pero también para tener en cuenta, está el de la marca coreana, que con u$s 32.800 (unos $ 132.800) presenta un buen nivel de equipamiento y una potencia de 143 CV. Por último, con un diseño más antiguo y bastante menor en equipamiento se encuentra el de la marca alemana fabricado en Brasil, de $ 109.970. La garantía de tres años de este Mégane III, es razonable.

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