Smart: Como él, ninguno

Llega a la Argentina 13 años después de su lanzamiento. El primer city car de la era moderna es maniobrable, ágil, gasta poco y está bien equipado. Pero es ruidoso (por lo menos, en esta variante cabrio), tiene garantía acotada y precio elevado. Un chiche para pocos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Es el primer city car de la era moderna. Surgió de la sociedad entre la marca suiza de relojes Swatch y Daimler (Mercedes-Benz), empresa que ocupó el lugar de Volkswagen, terminal a la cual la relojera había ofrecido el proyecto inicialmente. Y fue una sociedad ideal, porque la suiza quería sacudir el mundo automotor con un producto revolucionario y Mercedes-Benz venía trabajando en proyectos de autos urbanos a partir de la crisis petrolera de 1970. Esas necesidades se plasmaron en el Micro Compact Car (MCC)en 1994, un prototipo biplaza de 2,5 metros de longitud cuyo diseño definitivo fue aprobado en abril de 1995. Un año después, tuvo su prueba de fuego en los Juegos Olímpicos de Atlanta, Estados Unidos. Ese mismo año se presentó un producto más evolucionado en el salón de París. En 1997 se expuso en el salón de Frankfurt y su éxito apresuró el lanzamiento comercial, que se produjo en octubre de 1998, con el smart city-coupé (marca registrada sin mayúsculas), predecesor del actual smart fortwo. Luego, en 2000, apareció la opción cabriolet. A partir de 2002, Daimler (en ese momento con Chrysler como socia) asume el control total de smart GmbH e inicia el lanzamiento de nuevas versiones, algunas de las cuales no fueron exitosas: por ejemplo, roadster (2003) y forfour (de cuatro plazas, en 2004). Paralelamente, el preparador Brabus se dedicaba a desarrollar versiones especiales.

En 2006 se produjo la renovación de la serie, con modelos que presentaban cotas extendidas (20 cm más en el largo total) y la incorporación de caja robotizada, entre otros elementos.

Tres años más tarde fue el turno de la adaptación de los motores a las normas vigentes y, en 2010, el de la versión eléctrica, junto con productos especiales, como una bicicleta y un scooter, también eléctricos. Al cierre de esta edición, se anunciaba la presentación del forspeed en el salón de Ginebra.

Como vemos, smart tiene una rica historia. Entonces, ¿por qué tardó 13 años en iniciar su comercialización en la Argentina? Maximiliano Chomnalez, Sales & Marketing smart, responde: "Apuntamos a usuarios de productos premium; por lo tanto, tuvimos que esperar que el segmento creciera, madurara. Como ejemplo, vale decir que, en 2005, Mercedes-Benz vendía 500 autos por mes, volumen que ahora está en las 4.000 unidades."

La oferta en nuestro país está conformada por dos versiones: fortwo coupé (24.900 dólares) y la elegida para esta nota, fortwo cabriolet (26.900 dólares), ambas en nivel de equipamiento passion.

Diseño HHH y ½

Desde el punto de vista estético, este auto genera cierta controversia. Su diseño es muy llamativo y justamente esa característica provoca reacciones definitivamente opuestas según la mirada: quienes lo conocen, lo reciben con palabras y gestos de aprobación; los que no, lo ven como un “bicho raro”, que hasta les provoca gracia.  Desprovistos de esa posición dominada por la subjetividad, no hay duda de que el smart se destaca en el tránsito ciudadano como ningún otro modelo. Es corto y angosto, pero también alto. Mide 2,7 metros de largo, 1,57 de ancho y 1,54 de alto, es decir 80 cm más corto, apenas 5 cm más angosto y 5 cm más alto que un Fiat 500.

También llaman la atención los cortos voladizos, pegados a las cubiertas, una característica que remarca aún más lo ajustado de su distancia entre ejes de 1.865 mm.

Respecto de la respuesta frente al viento, este modelo se desempeña correctamente, sin generar ruidos molestos, una condición que habla del excelente trabajo de construcción (la carrocería es de plástico y aluminio) y de diseño/insonorización, teniendo en cuenta que se trata de un modelo con techo de lona, desmontable (sistema eléctrico).

No obstante, un tema que no está resuelto de la mejor manera es la visibilidad hacia atrás: con el techo desplegado, tanto por la zona de los tres cuartos como por la luneta, no es buena. Además, las grandes butacas cubren parte de la superficie del retrovisor.

Confort *** y ½

El habitáculo de este especial modelo está construido con materiales de primera. Hasta los parasoles son de un inyectado de excelente calidad. Sin embargo, la estructura del sistema de anclaje del techo plegadizo produce mucho ruido circulando en ciudad: sobre calles de empedrado se transforma en una experiencia sensorial sin precedentes.

Los espacios habitables están muy bien proporcionados respecto de las dimensiones exteriores. La altura libre hasta el techo y el diseño del interior, sin consolas ni elementos que ocupen los espacios inferiores, mejoran las condiciones de confort, característica en la que contribuyen las enormes y cómodas butacas, que pueden reclinarse hasta encontrar límite en el soporte trasero. Tan bien resuelta está esa proporción que los conductores de contextura grande lograrán acomodarse sin problemas y manejar con confort a pesar de que la columna de dirección no ofrece regulaciones y no se puede modificar la altura de la butaca.

Sin embargo, esa ingeniería determina la ausencia de rueda de auxilio (no hay lugar donde instalarla), elemento reemplazado por un kit de reparación.

En cuanto al baúl, no es correcto suponer que se trata de un espacio chico: admite 220 dm3, una medida que está por encima de la de modelos similares y apenas por debajo de otros más grandes. Para ponerlo en números, el Fiat 500 tiene un baúl de 180 dm3, mientras que un Peugeot 207 Compact hatchbach ofrece 245 dm3.

Por otra parte, vale destacar que el portón trasero (de apertura eléctrica) soporta 100 kg de peso.

Motor ****

Esta versión utiliza el propulsor que, en 2010, les daba vida a las unidades preparadas por Brabus. Se trata de un tres cilindros en línea, de un litro de desplazamiento, alimentado con la asistencia de un turbocompresor que le permite desarrollar 84 CV de potencia y un par máximo de 12,2 kgm. Funciona con gran decisión, siempre atento a las órdenes del pie derecho, y cuando recibe la señal, no duda en desplegar su poder, con la rápida intervención del turbo. Por eso el smart es un auto muy ágil, que logra prestaciones muy interesantes para un modelo cuyo hábitat natural es la ciudad. Acelera de 0 a 100 km/h en 12,05 segundos y alcanza una velocidad máxima de 144 km/h, limitada electrónicamente.

Es interesante destacar que para alcanzar esa velocidad necesita menos de mil metros.

Sin embargo, su fuerte aparece en las marcas de consumo: en promedio, logra un rendimiento de 16 km/l, excelente marca que, entre los productos de similares características del mercado local, es superada sólo por el Kia Picanto, modelo coreano que utiliza un motor de un litro, aspirado y de 65 CV.

En otros mercados se ofrecen versiones Diesel, las cuales, por ahora, no llegarán a nuestro país.

Equipamiento ****

Es necesario considerar que se trata de un producto de clara orientación juvenil, motivo por el cual tiene todo lo que necesita. Por ejemplo, dispone de un equipo de sonido de excelente calidad, Bluetooth y navegador satelital, equipos que se controlan desde la pantalla touch screen de 6,5”. No obstante, cabe aclarar que, en esta primera etapa, el GPS está cargado con cartografía europea. La correspondiente a esta región estaría disponible a partir del mes de septiembre.

La dotación se completa con llantas de aleación, aire acondicionado con regulación automática de temperatura (de buena respuesta), alzacristales eléctricos y computadora de a bordo, entre otros.

En cuanto al componente diferenciador de esta versión, la capota Triptop, el sistema funciona con un motor eléctrico que se opera desde las teclas instaladas en la minúscula consola central que aparece entre las butacas. La maniobra de plegar el techo insume unos pocos segundos pero, para completar la operación, es necesario bajarse del auto para desmontar los travesaños laterales que sirven de guía y sostienen la lona cuando está cubriendo la cabeza de los pasajeros.

Como mencionamos antes, no dispone de regulaciones en la columna de dirección, tampoco se puede modificar la altura de la butaca, ni tiene rueda de auxilio.

Suspensión *** y ½

Por tratarse de un modelo cuya distancia entre ejes es muy corta, la respuesta dinámica es muy buena. Circulando en ruta logra un desempeño correcto, sólo alterado por la incidencia del viento debido a la altura de la carrocería. En la ciudad, el confort ya no es el mismo y, aunque si bien es cierto que los modelos de este tipo no se destacan por su suavidad de marcha, las principales responsables de tal condición son las cada vez más deterioradas calles de nuestras ciudades.

No obstante, el esquema de las suspensiones ofrece un reglaje que tiende a la dureza, motivo por el cual, cada rebote de los neumáticos se traslada sin filtro hasta las butacas.

Una de las más destacadas características de este pequeño modelo es su maniobrabilidad, una condición que le permite moverse con total libertad en el tránsito urbano. Además de las dimensiones acotadas, un sistema de dirección de asistencia eléctrica es la clave. Es un mecanismo que responde rápidamente y con precisión, que se presenta muy liviano en baja velocidad y cobra firmeza a medida que aumenta el ritmo de circulación. El volante está forrado con cuero y tiene muy buen grip.

Transmisión ***

Motor trasero con tracción posterior. La fórmula del deportivo por excelencia fue la empleada por los ingenieros de Mercedes-Benz, aunque aplicada con otros fines.

Desarrollar un vehículo de poco más de 2,5 m de largo obliga a agudizar la imaginación... Esas ruedas reciben el movimiento a través de una caja robotizada de cinco marchas. Se trata de un equipo que demanda un período de acostumbramiento, ya que, del mismo modo que sistemas similares (Easytronic de Chevrolet, Dualogic de Fiat o iMotion de Volkswagen), cada vez que gestiona un cambio de marcha, se produce un “cabeceo” muy desagradable. Para evitarlo, es necesario anticipar el momento en que se conectará la siguiente marcha y aflojar levemente la presión sobre el acelerador.

El sistema permite pasar los cambios de manera secuencial, con la palanca o utilizando las levas que aparecen detrás del aro del volante, o elegir por la opción automática. Como los sistemas que hemos citado, tampoco ofrece una posición Parking.

Otra curiosidad es la diferencia de rodado: 155/60, adelante y 175/55, atrás, en ambos casos, en rodado de 15”. Por supuesto, las llantas también son diferentes 5J y 6,5J, respectivamente.

Seguridad ****

Pensar en chocar a bordo de este modelo da miedo. El habitáculo es la contención de los posibles golpes, ya que no hay volúmenes entre los ocupantes. Se trata de un modelo bien equipado en este rubro. Pero, además, se lo nota robusto, a pesar de sus acotadas dimensiones, una característica que contrasta con la imagen que su diseño original puede sugerir.

Teniendo en cuenta sus características, el diseño de la estructura de seguridad fue especialmente desarrollado. Equipa una estructura especial denominada Tridion (fabricada en Austria por Magna Group), construida de acero de alta resistencia sobre la que van montados los panales de la carrocería. En esta versión cabriolet, se suma un arco trasero y un refuerzo en la zona del parabrisas.

El diseño de este sistema apela a un esquema denominado tipo “sandwich”, cuya disposición elevada contribuye a minimizar los efectos negativos en los ocupantes en caso de accidente.

Se suman, además, placas de acero en zonas específicas, tales como, por ejemplo, el piso delantero.

Además, de serie, cuenta con airbags frontales y laterales, ABS con repartidor, control de estabilidad, (equipo que entra en funcionamiento incluso en situaciones en las que su intervención no es necesaria) y un asistente para el arranque en pendientes. También aparecen sensores de lluvia y crepuscular, y faros antiniebla. Pero no dispone de faros de xenón, retrovisor fotosensible ni sensor de estacionamiento.

Frenando responde muy bien, aunque su desempeño sería mejor si contara con discos en las ruedas traseras. Independientemente de esa condición, el tacto del pedal demanda un período de acostumbramiento, dada la forma en la que está instalado: el vástago se mueve hacia abajo, al estilo de modelos de décadas pasadas.

Precio ** y ½

Los 26.900 dólares que hay que pagar por un smart cabriolet passion lo posicionan como un producto caro. Es necesario considerar que se trata de un vehículo de 2,7 metros de largo y para dos personas. Si a esta condición sumamos que modelos de mayor porte, potencia y capacidad, como, por ejemplo, un Volkswagen Vento, se venden en valores que arrancan en los 115.000 pesos (unos 28.000 dólares), la diferencia queda más clara.

Otro punto para tener en cuenta es la garantía. Mercedes-Benz ofrece un plazo de cobertura de dos años sin límite de kilometraje, plazo acotado si se considera que marcas generalistas ofrecen tres y hasta cinco años o cien mil kilómetros.

Vale como dato que estos modelos también se pueden comprar utilizando los servicios financieros que la marca ofrece: leasing y financiación de hasta el 50 % del valor.

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