Toyota Hilux SRV 4x4 Aut.: Quiere seguir reinando

Con mayor nivel de equipamiento, retoques estéticos y mejoras dinámicas gracias a la incorporación de controles electrónicos, el emblema de la marca japonesa busca mantener su liderazgo. Un “toque” al motor para incrementar la potencia, de 163 CV a 171 CV. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Como en una saga cinematográfica, el mercado local de las pick ups abre un nuevo capítulo cada vez que se presentan protagonistas o bien cuando se renueva alguno de ellos. Esta vez Toyota Hilux, líder del segmento en la última década muestra los cambios, por segunda vez, en la séptima generación del modelo (tercera que se fabrica en la Argentina). Cambios que, muy sintéticamente, refieren en primer orden a la electrónica y luego a la estética.

La última gesta, incluye una renovación en 2008, pero de menor importancia que la actual. Es que aun no había aparecido Volkswagen Amarok y Toyota, entonces, tenía la escena despejada. En este sentido, no es casualidad que los cambios más importantes refieran a la electrónica, en sentido amplio. Porque en este aspecto, Hilux quedaba en clara desventaja frente al nuevo rival.

En la nota realizada a comienzos de este año, cuando comparábamos las versiones 4x4 SRV manual y automática, nos preguntábamos en referencia a la poca actividad que la marca mostraba del modelo: “¿Será la actual estrategia de Hilux guardarse, esperar, estar a la expectativa para recalcular la estrategia y volver a la carga con más fuerza?”. Y a decir por los hechos, lo fue. De igual forma que en VW analizaron a la Hilux con la lupa antes de lanzar Amarok, Toyota tomó nota de todo lo que, entonces, Amarok ofrecía y Hilux no; notas que hoy se manifiestan en agregados de seguridad activa y equipamiento, principalmente.

En cuanto al motor, pareciera una demostración de poder; ¿cuál es el beneficio de agregar 8 caballos a la pieza de 3 litros, para subir de 163 a 171? Netamente una cuestión de guarismo, que traducidos por el marketing potencian la mejora: importa la lectura de los dos primeros dígitos: 160 y pico contra 170 y pico… Es lo que queda en la charla de café.

Lea el resto de esta nota en la edición de noviembre de 2011 de la Revista Parabrisas

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