Alta sociedad

TEST. El primer SUV híbrido de la casa alemana ofrece tecnología para que unos pocos puedan disfrutar de buena potencia con un menor consumo, manteniendo los niveles de confort y seguridad que caracterizan al modelo. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Todos conocen lo importante que resultó la aparición del modelo para la prestigiosa marca que, hasta entonces, tenía un perfil netamente deportivo. Para cuantificarlo, los datos suministrados por la empresa indican que en el primer trimestre del año el Cayenne representó casi el 50 % de las ventas de Porsche a nivel mundial. Este producto se fabrica, junto con el Panamera y próximamente  el Macan, en la planta alemana de Leipzig, que acaba de cumplir sus primeros diez años de vida y que tuvimos la oportunidad de conocer el año pasado, en coincidencia con el lanzamiento del Panamera GTS.

Esta variante S Hybrid de 380 CV utiliza la misma mecánica del Volkswagen Touareg híbrido: se basa en un motor naftero de 333 CV y otro eléctrico de 47 CV para ahorrar hasta un 22 % de combustible con respecto, por ejemplo, a la variante S del modelo, que equipa un V8 4.8 de 400 CV.

Diseño

Desarrollado en conjunto con el Volkswagen Touareg, del que también recibe el motor, su porte y el escudo de la casa de Stuttgart no pasan inadvertidos en la calle. Con el restyling recibido en marzo de 2010 ganó en dimensiones y versatilidad y varió, entre lo más importante, en las tomas de aire, las luces leds, las ópticas en el frente y los faros traseros.

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