Pequeño demonio

El nuevo biplaza del exitoso modelo conserva el espíritu de la marca. Más deportivo y atrevido, es una buena alternativa para los amantes de los “retro” que viajan solos o en pareja. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Tras su reaparición, el modelo creado originalmente por Alec Isigonis tuvo tanto éxito como excusas para derivar en otras variantes. Así fue cómo fuimos conociendo al Cabrio, al Clubman, al Countryman y, ahora, al Coupé. A nuestro entender es el más juvenil de la familia, gracias a un diseño que toma como base el MINI nacido en 2001 para convertirse en un verdadero deportivo.

Recién llegado a la Argentina, este modelo se comercializa aquí en tres versiones: el de entrada de gama Coupé a secas, el intermedio S Chili Coupé, que manejamos, y el John Cooper Works Coupé que, con 211 CV, es el más poderoso de los tres.

Diseño

Proveniente de la planta inglesa de Oxford, esta versión se atreve a resignar dos plazas, a bajar el techo, inclinar el parabrisas (13º más que el normal) y a agregar dos alerones: uno fijo arriba y uno móvil, que se despliega a los 80 km/h, el que aplica una carga aerodinámica adicional de 40 kilogramos sobre el eje posterior. Este alerón está debajo de la luneta, justo en la parte superior de la pequeña cola que le sobresale unos centímetros y que transforma al MINI en un tricuerpo o en un dos volúmenes y medio, tal como lo posicionan los ingenieros que participaron en el desarrollo. Con esos recursos se logró imprimirle a su silueta una imagen de deportividad que se acentúa cuando se lo conoce personalmente.

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