A paso firme

TEST. El monovolumen compacto que se fabrica en Brasil recibió retoques sutiles para seguir vigente en el mercado regional. Conserva su característica versatilidad interior e incorpora sensor de estacionamiento en la versión tope de gama. Sin embargo, la capacidad del tanque de combustible sigue siendo escasa y la rueda de auxilio es temporal. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

A casi diez años de su llegada al país, la segunda generación del Fit (lanzada en 2008) acaba de recibir su primer restyling. Si bien los cambios no son significativos, son acertados y le bastan para actualizar este modelo  una de las alternativas más viables dentro del segmento de los monovolúmenes compactos. Está disponible con dos motorizaciones nafteras de 1.339 cm3 y 1.459 cm3 de 100 CV y 120 CV, respectivamente, con opciones de caja manual o automática de cinco marchas.  Manejamos la versón 1.5 EXL (tope de gama) que, además de ser la única variante con transmisión automática que ofrece levas detrás del volante (Paddle Shift), incorpora sensor de estacionamiento trasero.

Diseño

No es una nueva generación, sino una actualiazción de un modelo que, desde su aparición, siempre ha tenido buena aceptación entre los jóvenes. Las principales modificaciones se adueñan del sector frontal, donde el paragolpes ofrece nervaduras más agresivas para ganarse un aspecto más deportivo. En tanto, la parrilla ahora es cromada y las ópticas presentan un rediseño más agradable. En el sector trasero, las novedades hacen foco en el actualizado dibujo del pargolpes.

Lea el resto de esta nota en la edición de Julio de la Revista Parabrisas

Galería de imágenes
En esta Nota