Este modelo representaba un misterio cuando el lanzamiento de la nueva Clase C de Mercedes-Benz era apenas un rumor que circulaba a gritos por las redacciones de los medios especializados. La expectativa que se había generado en torno al en aquel entonces “futuro nuevo C” respondía a una razón simple: sería la primera vez que la marca alemana presentaría una versión coupé “ortodoxa” del Clase C.
Hasta ese momento, ese tipo de unidades eran representadas por el CLK (más orientado al Clase E) y el hatchback Sportcoupé, (luego llamado CLC), ninguno de los cuales mantenía estrictamente la base del modelo original.
Y cuando finalmente salió a la luz, a mediados del año pasado, aquellas expectativas fueron satisfechas. Efectivamente, el nuevo C Coupé es un producto que toma la base del sedán (cuyo test fue publicado en la edición número 398 de Parabrisas, correspondiente al mes diciembre de 2011), pero que agrega un toque de deportividad sin sacrificar elegancia y jerarquía.
De esa gama llega a nuestro mercado una única versión, la 250, con motor naftero (inyección directa y turbo) de 204 CV, alto nivel de equipamiento y una respuesta dinámica realmente destacada, aunque a un precio elevado.
Diseño
Como ya dijimos, esta versión Coupé es “descendiente” del sedán, motivo por el cual conserva las cotas casi inalteradas. Mide 4.590 mm de largo, 1.770 mm de ancho y 1.406 mm de alto, es decir que es apenas 40 mm más bajo que aquel. Mantiene la línea madre de diseño, trazo en el cual se destaca la trompa prominente con el logo de grandes dimensiones embutido en la parrilla, luces de diseño moderno con led de circulación diurna.
Lea el resto de esta nota en la edición de Octubre de la Revista Parabrisas.
