Con exclusividad, probamos el Peugeot 505 SRi con su nuevo motor 2.2, con inyección electrónica y suspensión trasera independiente: ahora un auto distinto.
Si algo faltaba para revitalizar al Peugeot 505 en nuestro mercado era justamente un motor más potente, que ahora lo tiene con esta versión 2.2, árbol de levas a la cabeza, nacido en la misma planta francesa de donde proviene el motor del Renault 21. Sólo que Sevel, anticipándose con una agresiva acción de marketing también equipa al modelo más sofisticado de la nueva línea con inyección electrónica Multipoint, frenos a disco en las 4 ruedas y suspensión trasera independiente.
Su motor viene importado desde Francia, incluida la inyección; la suspensión independiente corresponde al modelo francés, porque actualmente el 505 se fabrica solo en nuestro país, para el mercado interno y de exportación.
Con las modificaciones este Peugeot 505 SRi ganó en varios aspectos importantes. En seguridad, porque al contar con freno a disco en las cuatro ruedas, su poder de frenado mejoró considerablemente. Además, la suspensión independiente en las cuatro ruedas es otro elemento que eleva la seguridad del vehículo. En potencia, porque el nuevo motor 2.2 eroga 130 CV frente a los 113 de la versión anterior a inyección, con motor 2 litros.
Ecológicamente hace un nuevo aporte con la inyección, que disminuye la contaminación ambiental, pero además le otorga una sensible mejora al funcionamiento del motor, que trabaja más armoniosamente, aumentando el confort de marcha, que siempre fue una de las características del modelo.
Por último, también gana en confort interior porque los tapizados de butacas y paneles fueron totalmente renovados, con un material de fina pana que hace juego con el color del panel interior. También se ofrecen opcionales como tapizado de cuero.
Un problema generacional
Donde existe un divorcio con los adelantos técnicos es en su aspecto estético. La nueva línea muestra un restyling con modificaciones considerables en el frente del auto. Nueva parrilla central, retoques en los faros, paragolpes y en el spoiler delantero. Lateralmente tiene nueva bagueta y faldón lateral. Atrás se modificaron las luces, el paragolpes y un "becquet integrado. Nada le queda muy mal, pero estos cambios demuestran que la línea del 505 ya llegó a su techo, ya no admite más modificaciones para tratar de modernizarlo. El pertenece a una generación anterior de automóviles y lo que se intentó ahora es acercarlo a los más modernos, para que no pierda actualidad.
Pero es como un disfraz. Sin embargo no podemos dejar de reconocer que el auto tiene su encanto para los consumidores argentinos y ahora cuenta con una serie de adelantos técnicos que en nuestro mercado pesan. Pero que el usuario tenga en claro que el 505 modelo '92 sigue teniendo vigencia en un mercado como el nuestro, aunque ya es un auto superado.
Experiencia positiva
Al volante del SRi se experimentan nuevas sensaciones producidas por la potencia de su motor, la novedad de la inyección y la seguridad que entregan los frenos a disco en las 4 ruedas y la suspensión trasera independiente. Para empezar, el auto tiene otra reacción bastante superior al motor anterior, donde también juega un papel importante la inyección que ayuda a una aceleración más rápida y suave a la vez.
Comparándolo con el motor 2 litros, ganó en los 0-100 km/h casi 2s en los 0-1.000 metros. Estos son ejemplos muy claros de acuerdo a los datos ofrecidos por fábrica. También ganó en velocidad final siendo 8 kilómetros más rápido, alcanzando 183/184 km/h.
Más allá de las cifras, sentados al comando del SRi se toma conciencia muy rápidamente que su actual motorización es la mas apropiada para un automóvil de sus características. Un verdadero acierto que logra el equilibrio más apropiado que le faltaba al modelo. Porque es un motor justo en cilindrada y potencia, para este auto de 1.250 kilos, mediano grande y equipado con un confort de alta gama.
Este nuevo motor se siente al acelerarlo tanto en ciudad como en ruta, al requerirlo en una marcha de baja para salir de una maniobra comprometida o para crucerear en ruta a velocidades superiores a 130/140 km/h con un plus importante para cualquier eventualidad. Aquí juega un papel preponderante la inyección porque proporciona mayor suavidad a cada aceleración, aumentando también el confort de marcha, especialmente en ruta, uno de los puntos fuertes del 505.
La nueva suspensión trasera, inédita en este modelo, también incide en el rubro seguridad y confort de marcha. Ya que al doblar el auto se muestra mejor apoyado en el piso y con la ayuda del diferencial autoblocante logra mejorar la adherencia del tren trasero, que siempre mostró tendencia a navegar. En ese sentido esta es la respuesta más avanzada de la marca y la que ofrece mayor seguridad.
De manera que al confort de marcha ya reconocido del 505, estos adelantos técnicos la proporcionan mayor confiabilidad. En definitiva, el Peugeot 505 SRi es ahora un auto distinto, más cerca de los de nueva generación, mecánicamente hablando y obviamente superior a lo conocido en la linea. Ya que acelera, dobla y frena mejor, con una planta motriz que le sienta perfecta mente.
Esta serie de ventajas técnicas también contribuyeron a mejorar la elasticidad del auto, que gracias a la inyección y un torque muy apropiado (cupla máxima 19.2 km a 4.250 rpm) lo hacen mucho más "manejable", incluso a baja velocidad, porque el motor no tironea y para el tránsito urbano se muestra ideal. Las mismas ventajas ofrece en los tramos de ruta donde viajando en 4ta. o 5ta. a más de 3.000 rpm se pueden realizar la mayoría de las maniobras de sobrepaso sin obligación de tirar más vueltas en 3ra., por ejemplo.
A las ventajas de la inyección antes mencionadas, debemos recalcar que este sistema proporciona un arranque más seguro eliminando la dependencia del cebador. Mejor reacción, menor mantenimiento y mayor vida útil de todos los componentes del motor, además de una elasticidad superior y un consumo equivalente al anterior de 2 litros, que es 10% más chico. En cuanto al interior, si bien sólo cambiaron los tapizados, el confort de marcha plus que ganó el 505 SRi con su nueva motorización, hacen que cualquier viaje en estas condiciones sea más que placentero.
Con este perfil de producto, Sevel está ofreciendo en el mercado un auto para un nivel socioeconómico medio/alto, que entre sus opciones de compra privilegia el prestigio de la marca, línea, confort y diseño. Además, ubica a este 505 SRi a un precio muy competitivo dentro de nuestro mercado interno, por debajo de lo que se debe desembolsar por un R21 o Ford Sierra de los mejores equipados. En su lista de opcionales están la caja automática, tapizados de cuero y volante forrado en el mismo material, pintura bicapa perlada y deflector trasero tipo Air Flow.
En su comparación con sus competidores, el 505 es el único que tiene inyección y frenos a disco en las cuatro ruedas. En confort interior le falta la columna de dirección regulable y al igual que el R21 cuenta con apertura externa con infrarrojo de serie. De manera que esta apuesta de Sevel apunta a seguir liderando el segmento más elevado donde el 505 continúa vendiendo el doble que sus adversarios.
Además, en esta etapa de apertura y frente a autos extranjeros tecnológicamente más modernos, el 505 seguirá constituyendo una opción valedera para aquellos usuarios que acreditan confianza y seguridad a una red nacional de servicios para atender un automóvil en cualquier punto del país.
Por: Jorge Fernández Morano
Fotos: Juano Fernández