Así probábamos el Renault Twingo

Recordamos el test de uno de los modelos más rupturistas del rombo hacia principios de la década del 2000. En esta ocasión, la prueba de manejo pertenece a la edición de julio de 2001. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

El Renault Twingo sigue siendo dueño de las virtudes que lo llevaron a ocupar un importante espacio en su segmento. Ahora, en su tercera generación, le bastan algunos pocos cambios, para transformarse casi en un clásico.

Como sucedió a principios de los '80 con los pequeños autos japoneses, muchos tuvieron el prejuicio de que durarían -con suerte- un año. Sin embargo, todavía existen algunos pequeños nipones circulando por las calles. El Renault Twingo es uno de ellos.

Hace siete años, cuando Renault comenzó a importarlo, muchos pensaron que se trataba de un auto de juguete que no serviría para los duros caminos de la Argentina. Hoy se puede decir que el pequeño monovolumen francés -que nació con cierto aire de exclusividad- se popularizó a tal punto que la empresa acaba de lanzar su tercera generación.

Efectivamente, llegó el Twingo II, que no es ni más ni menos que una variable similar a la anterior con algunos cambios cosméticos y un plus interesante de equipamiento para su nivel de precio.

Renault Twingo

Diseño- Aerodinámica

A simple vista no se perciben diferencias con respecto al antecesor. Sus líneas curvas han sido conservadas junto a su aspecto simpático, original y su Cx de 0,38.

Pese a que utiliza el mismo motor, ahora propone un aspecto más deportivo. Utiliza llantas de aleación liviana y la carcaza de los espejos retrovisores se combinan con el color de la carrocería.

Confort- Espacio interior

Hasta el momento no se ha presentado en su segmento un vehículo que iguale al Twingo en habitabilidad interior. El aprovechamiento del espacio es increíble para una carrocería de 3,5 metros. El acceso resulta muy fácil gracias al generoso tamaño de las puertas, y el lugar (especialmente en las plazas traseras) es muy apto para personas de gran estatura. El asiento trasero se desliza 15 centímetros para generar más espacio de carga o aumentar el confort. 

En lo que se refiere al diseño de las butacas, es el mismo, sólo que en la versión full se ofrece con tapicería de cuero. La posición de manejo, por su parte, no resulta totalmente cómoda: la butaca es muy alta y la pedalera está muy cerca del conductor, lo que no permite descansar bien el cuerpo.

Renault Twingo

Motor-Prestaciones

En este aspecto se creía que Renault importaría la versión que se utiliza en Francia con motor de 16 válvulas y 75 CV. Desafortunadamente, el modelo que por ahora se comercializa en la Argentina (ensamblado en Uruguay) mantiene el propulsor D7 F de 1.149 cm3 y 60 caballos de fuerza.

Para el otro habrá que esperar. La ingeniería de este motor, con relación al anterior impulsor que era una evolución del antiguo varillero que supo utilizar el Renault 12, es moderna: cuenta con árbol de levas a la cabeza e inyección multipunto.

Pese a que las relaciones de caja son largas, en ciudad se desempeña con bastante agilidad. Acelera de 0 a 100 km/h en 14,2 segundos, alcanza los 150 km/h de velocidad máxima y los valores de consumo son moderados. En síntesis, un impulsor concebido para uso netamente urbano.

Instrumental - Equipamiento

Además de la tapicería de cuero, el autoestéreo con CD y comando satelital, los apoyacabezas traseros y los cinturones de seguridad regulables en altura, son pocos los cambios en el instrumental y el equipamiento.

Renault Twingo

El pequeño visor central digital mantiene la misma información que resulta insuficiente: sólo velocímetro e indicador de combustible. Entre otros, un indicador de temperatura del motor no le vendría nada mal.

Dirección-Suspensión

Con una notable asistencia y un radio de giro reducido, el Twingo es muy divertido de maniobrar, sobre todo en el tránsito o para estacionar. Las suspensiones son blandas y están pensadas en pos del confort de marcha; como consecuencia, resulta un poco áspero de llevar en terrenos irregulares. La carrocería se inclina demasiado, pero de todas maneras el balance es satisfactorio para un vehículo de su clase.

Transmisión-Caja

La caja de relaciones largas influye notoriamente cuando el motor 1.2 debe recuperar. Así, en cuarta velocidad demora 26 segundos de 60 a 120 km/h y se hace difícil realizar tranquilos sobrepasos en ruta. Utiliza el característico anillo de seguridad para conectar la marcha atrás y el recorrido de los cambios es suave y preciso.

Seguridad-Frenos

La unidad de test contaba con airbag para conductor y acompañante, cinturones inerciales con pretensionador y regulación en altura, cuatro apoyacabezas y faros con regulación de altura. A esto se suma una excelente visibilidad y luces con buen poder.

Renault Twingo

Con discos adelante y cintas atrás, el Twingo demora un poco a la hora de frenar y, ante exigencias, tiende a bloquear prematuramente. Una de las razones es que los neumáticos son bastante angostos, por lo que se reduce la superficie de contacto al piso.

Precio

Este relanzamiento del Twingo se debe en parte a que su archirrival, el Ford Ka, que goza de saludables volúmenes de venta, acaba de presentar una versión con motor 1.6 de más de 90 caballos que se puede adquirir a partir de $11.990 (con la posibilidad de optar también por la de motor 1.0 de 65 CV con equipamiento

full, por el mismo valor). La diferencia a favor del Twingo se da por el lado del espacio interior y el equipamiento (todos ofrecen doble airbag). Y la versión Privilege tope de línea, $12.895 marca la diferencia con la tapicería de cuero, el autoestéreo con CD y comando satelital, los cuatro apoyacabezas y las llantas de aleación liviana.

Texto: Augusto Brugo Marcó
Fotos: Martín Arias

Renault Twingo

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