Después de más de una década en producción, el último ejemplar del Mulsanne se ha completado, lo que significa el final de una vida ilustre y extraordinaria. Fueron más de 7.300 unidades, todas hechas a mano en la casa de Bentley en Crewe, Cheshire, Inglaterra.
Con las celebraciones típicas de fin de producción reducidas por la pandemia de Covid-19, el último Mulsanne, un Speed 6.75 Edition Mulliner con terminaciones en colores Rose Gold sobre Tungsten, tendrá como destino los Estados Unidos. Como suele suceder con este tupo de unidades, los datos del cliente son un secreto muy bien guardado.
Desde su lanzamiento el Mulsanne fue evolucionando. Revelado al mundo en Pebble Beach en 2009, el nuevo Mulsanne, desarrollado desde cero en la casa de Bentley en Crewe, presentaba un diseño exterior e interior únicos, chasis moderno y una nueva variante del motor V8 de 6,75 litros y doble turbocompresor.
Las primeras actualizaciones llegaron a partir de las personalizaciones que propone el súper exclusivo paquete Mulliner, y se introdujeron en 2012. Una gama de características de diseño nuevas e impresionantes que incluyen llantas de aleación únicas de 21 pulgadas, tomas de aire con el diseño de la B alada (Bentley Flying B) y un habitáculo con detalles de cuero acolchado y diamantes, combinados con un gran techo solar de vidrio tintado con apertura inclinable y un enfriador de botellas de exquisito diseño y funcionamiento eléctrico.
El segundo de una línea de tres derivados de Mulsanne, el Speed, se presentó en 2015. Dando vida a la experiencia de conducción ultra lujosa más rápida, el Mulsanne Speed alojó una versión mejorada del motor V8 de 6,75 litros, que entrega 537 CV de potencia y 112 kgm de par, junto con una suspensión y dirección deportiva seleccionables. Las características de estilo nuevas y contemporáneas definieron el Mulsanne Speed como una declaración del lujo británico por excelencia.
En el Salón de Ginebra (Suiza) de 2016, ya que el automóvil recibió una gran cantidad de mejoras. Entre ellas, un profundo rediseño del sector delantero: guardabarros, capó, carcasa del radiador, parrilla, luces y paragolpes se actualizaron, lo que le dio al automóvil una apariencia más moderna e integrada.
En el interior, los asientos se rediseñaron, y se incorporaron nuevos adornos y apoyabrazos en las puertas y un exclusivo tablero de vidrio. Agregó, además, un sistema de información y entretenimiento completamente nuevo, con tecnología de navegación de avanzada.
Además, las versión con distancia entre ejes extendida, la tercera variante del Mulsanne, se desarrolló teniendo en cuenta al pasajero del asiento trasero agregando 250 mm en esa cota que pasó de 3.266 mm a 3.516 mm. Este aumento significativo en el espacio interior convirtió a esta versión del Mulsanne en la limusina de lujo más generosamente proporcionada del mundo y, con mucho, la forma más cómoda de viajar en cuatro ruedas. Las adiciones de una consola bellamente decorada para separar los dos asientos traseros, los reposapiernas electrónicos de estilo aerolínea, las cortinas de privacidad y la mesa plegable complementaron el incomparable entorno de lujo.
Ahora, el lugar de buque insignia de Bentley que deja vacante el Mulsane será ocupado por el nuevo Flying Spur.
