Vayamos directamente al grano. Un automóvil eléctrico o híbrido si se ve inmerso en una inundación de las calles, no se convierte en una caja peligrosa que electrocuta a los pasajeros. No pasa nada, principalmente porque la batería de alto voltaje está totalmente blindada y se corta automáticamente la entrega de potencia eléctrica. Si se pueden dañar los componentes electrónicos como el convertidor de corriente y los motores eléctricos de tracción. En estas circunstancias es necesario salir del automóvil y dejarlo donde se encuentre, hasta que el agua baje y se lo pueda llevar al concesionario oficial.

Y precisamente nunca se debe remolcar un automóvil eléctrico porque los nuevos modelos recurren a motores síncronos de tracción que hacen aumentar la eficiencia, pero como tienen imanes permanentes pueden generar corriente al ser remolcados con el automóvil apagado y la energía que puede llegar a la batería ocasiona probablemente un incendio.

Los autos eléctricos e híbridos se deben transportar siempre en la plataforma del vehículo de auxilio.
Alta tensión
La tensión de las baterías en los modelos eléctricos de última generación puede llegar a los 900 voltios, por ejemplo en los Porsche y Tesla, para citar sólo dos marcas.

Este voltaje es mortal para las personas y hay que observar con suma precaución con los componentes eléctricos y de electrónica de potencia, conectados por gruesos cables de color naranja, aunque hay modelos con cables de color rojo.

Bajo ciertas circunstancias podemos cortar, mediante interruptores especiales, la corriente de la batería, pero eso no significa que el automóvil no conserve cargas eléctricas sumamente peligrosas. Entonces hay que esperar de 15 a 30 minutos antes de verificar algún componente eléctrico o electrónico. Algunas son cargas estáticas y otras capacitivas.

En esta clase de automóviles lo mejor será, para la seguridad personal, no intentar tocar nada si no funcionan y llamar al concesionario. Ocurre que la electrónica de potencia y la electricidad de muy alta tensión son impredecibles si no actuamos correctamente y corremos riesgo de graves heridas o de muerte. Jamás permitir que los niños se acerquen al compartimiento de los componentes eléctricos y electrónicos al levantar el capó.
Por Pablo Jorge Gualtieri