El regreso de la Ram Dakota marca un nuevo capítulo en la historia de las pick-ups de la marca en la región, combinando legado, capacidad y el ADN Ram. En el marco de su develación industrial en Córdoba, la firma presentó por primera vez la versión Warlock, una denominación legendaria que rescata el espíritu de la marca.
El nombre Dakota tiene un profundo vínculo con la herencia norteamericana de Dodge y Ram. Inspirado en la palabra de origen sioux que significa “amigo” o “aliado”, el término da nombre también a dos Estados de los Estados Unidos y simboliza fortaleza, confianza y espíritu de trabajo en equipo.
Desde su primera aparición en la década de 1980, la Dodge Dakota se destacó por combinar la robustez de una pick-up de gran tamaño con la agilidad y versatilidad de un vehículo mediano.
Por su parte, Warlock remite a una de las ediciones especiales más recordadas de Dodge en los años ’70, parte de la línea “Adult Toys”, una serie y campaña que ofrecía camionetas personalizadas de fábrica con un estilo audaz y distintivo.
La Dodge Warlock original se caracterizaba por su diseño imponente, con carrocería negra, detalles dorados y una actitud desafiante que encarnaba el espíritu libre y poderoso de la época.
Con la llegada de la nueva Ram Dakota, la marca reafirma su compromiso con la producción nacional y con una propuesta que combina herencia, innovación y desempeño. La versión Warlock, primera en develarse, simboliza la unión entre el pasado y el futuro de Ram: una pick-up que honra la tradición de robustez y carácter, pero adaptada a las exigencias y aspiraciones actuales.
Este lanzamiento representa mucho más que la llegada de un nuevo modelo: es el inicio de una nueva era para Ram en Sudamérica.
