El mercado automotor mundial es, antes que nada, un gran laboratorio. En él las terminales exponen sus ideas frente el análisis de una maquinaria implacable: los usuarios. Por eso, la historia de la industria automotriz está plagada de muchos fracasos y otros tantos éxitos. Si nos centramos en este último grupo (el más agradable, por cierto), encontraremos algunas sorpresas, diseños que, aunque en el momento de su presentación generaron cierta controversia, obtuvieron el éxito pretendido en el plazo inmediato. Uno de esos ejemplos es el Mercedes-Benz CLS, modelo que en 2004 estrenó un nuevo concepto: carrocería con estilo de coupé (techo con una pronunciada caída hacia la zona posterior) pero con cuatro puertas y cuatro plazas. Las críticas de los analistas más conservadores quedaron anuladas por el éxito del nuevo modelo. Así, el público aceptó el nuevo estilo ... y la industria también.
Hoy, cuando ya pasaron siete años desde que se produjo ese lanzamiento, cada vez son más los modelos que cultivan esta idea, entre ellos, los BMW X6 y Serie 5 GT, el Volkswagen Passat CC y los Audi A5 y A7 de la serie Sportback.
El último en llegar a nuestro mercado es el A7 Sportback. Este modelo, que fue presentado en el salón de Buenos Aires, se vende en una única versión con motor V6 naftero 3.0 con inyección directa y turbo, que entrega 300 CV al sistema de tracción integral quattro a través de una caja S tronic de doble embrague y siete marchas. Es un producto de excelente calidad, con habitáculo confortable y bien equipado. Tiene un precio inicial de 109.900 dólares y, por ahora, conoce un solo rival, el BMW Serie 535 GT que vale 109.000 dólares. El Porsche Panamera representa un concepto similar, pero el más barato vale 200.000 dólares.
Lea el resto de esta nota en la edición de septiembre de 2011 de Revista Parabrisas
