Aquellos que peinan canas (y no tanto) recordarán la emblemática arenga que reza el título de esta nota. ¡Arre, Plata! –tal su traducción del inglés– era la manera en que el Llanero Solitario, aquel Ranger enmascarado del viejo oeste de los Estados Unidos, en la memorable serie televisiva animaba a su caballo blanco plata para salir a patrullar por el desierto de Texas en su lucha por la ley y el orden.
Básicos:
Velocidad máxima: 206,5 km/h / Potencia: 240 CV / Consumo promedio: 10,3 km/l / Precio: u$s 56.350
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭): Moderno y llamativo, conserva el ADN del modelo origina de 1966. Si bien la carrocería ofrece bastante resistencia al viento, el habitáculo de esta versión está mejor insonorizado.
Confort/Espacio interior (✭✭✭✭): Generosa amplitud interior –fundamentalmente a lo alto– y adecuada capacidad de baúl.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭): Excepcional respuesta y performance de este propulsor turbo: aunque el rendimiento de combustible es un tanto elevado, sobre todo en ciudad.
Los más: Diseño • Calidad general • Prestaciones.
Equipamiento/Instrumental (✭✭✭✭): El nivel de confort es adecuado y el instrumental es moderno, con mucha información del vehículo.
Suspensión/Dirección (✭✭✭✭): Con ambos ejes independientes, la respuesta del esquema de suspensiones es sobresaliente. La asistencia eléctrica de la dirección, muy precisa.
Transmisión/Caja (✭✭✭✭): La caja está bien relacionada y responde inmediatamente cuando acelerador lo demanda. El sistema 4x4 con bloqueo de diferencial trasero es único en este segmento.
Los menos: Carrocería sensible al viento • Consumo • Precio elevado.
Seguridad/Frenos (✭✭✭✭): Eficaz respuesta de los frenos y destacado nivel en este rubro, con muchas asistencias a la conducción.
Precio/Garantía (✭✭✭✭): No es un vehículo accesible, aunque su valor (de lista) está en conformidad con el segmento: también la garantía.
Con esta analogía no pretendemos insinuar que el Bronco Sport sea un vehículo justiciero, pero dadas las características mecánicas y las aptitudes off-road de esta variante Wildtrak, más de un usuario querrá desatar su espíritu lúdico y fantasear con estar domando un brioso corcel de cuatro ruedas.
Gana en los detalles
Cuando probamos la versión de entrada de gama del Bronco Sport (Big Bend) resaltamos las proporciones y el formato cúbico de su carrocería, además de la llamativa curvatura del techo a la altura del parante B, que remiten a las primeras generaciones del Land Rover Discovery y que Ford denomina “Safari Roof”.
En esta variante Wildtrak, las diferencias estéticas no son sustanciales, aunque existen detalles a considerar. Algunos de ellos forman parte del equipamiento.
Por ejemplo, el tramado de la parrilla frontal es más refinado y marida mejor con las ópticas full led, al mismo tiempo que sobre el paragolpes delantero sobresalen dos ganchos de rescate. (Las dos versiones de Bronco que se venden en la Argentina tienen un gancho trasero desmontable.)
En el caso del Wildtrak, la carrocería es bitono y se diferencia también por ofrecer techo solar para las plazas delanteras y anclajes para portaequipaje en las barras. Las manijas de las puertas son del color de la carrocería, en tanto que las llantas de 17 pulgadas ofrecen un estilo muy diferente.
Puertas adentro llaman la atención la combinación de colores (marrón y negro) y las texturas (cuero y símil alcántara) de los tapizados. La butaca del conductor dispone de comandos eléctricos y los asientos delanteros son calefactables.
En líneas generales, la calidad percibida es adecuada y la presentación del panel de a bordo –que alterna materiales blandos con plásticos robustos– es idéntico al del Big Bend. Sin embargo, en esta versión Wildtrak el climatizador automático es bizona, fotocromático el espejo retrovisor, y el tablero de instrumentos reemplaza la computadora de a bordo con pantalla TFT de 4,2" por una digital de 6,5 pulgadas, de gráficos más agradables.
Por otra parte, la unidad probada cuenta con levas en el volante y un sistema de sonido premium de la marca "B&O" con 10 parlantes.
Dado el marcado perfil off-road de esta versión, un detalle curioso pero lógico es el revestimiento de goma que presenta el piso, presumiblemente más fácil de limpiar. Trae un práctico compartimiento oculto debajo de la butaca trasera derecha para guardar objetos, y, tal como destacáramos meses atrás durante la prueba del Bronco Sport Big Bend, los respaldos ofrecen portamapas con cierre hermético, y los traseros y el piso del baúl disponen de una protección también de goma.
Asimismo, están presentes la útil tapa del baúl, que puede convertirse en una mesa de camping, el abridor de botellas sobre uno de los parantes y el portón trasero con doble sistema de apertura (se puede levantar toda la tapa o solo la luneta).
Una diferencia respecto de la opción de entrada de gama es que, en este caso, el volumen de carga del baúl es menor (566 vs 638 litros), pero afortunadamente esa desventaja se compensa con una rueda de auxilio del mismo tamaño que las titulares, con llanta de chapa.
Ford Bronco Wildtrak: la clave está en la mecánica
Debajo del capó del Ford Bronco Wildtrak encontramos un viejo conocido: el eficiente motor naftero 2.0 Ecoboost de cuatro cilindros con turbo y 240 CV de potencia que utiliza el Mondeo, aunque en el Bronco la entrega de torque es levemente superior: 38,0 kgm contra 34,7 kgm. Trabaja con una nueva transmisión automática de ocho marchas con convertidor de par (de seis velocidades en el sedán).
La caja se opera desde el “polémico” comando radial. Dispone de posición S y levas en el volante. El sistema responde de manera contundente, acompañando siempre la efectiva respuesta del motor. Gracias a ese desempeño logramos prestaciones muy interesantes. Aceleró de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y alcanzó una velocidad máxima de 206,5 km/h (limitada). Y fueron muy buenos los registros de recuperaciones, con apenas 6,2 segundos para pasar de 80 a 120 km/h.
Sin embargo, el rendimiento del motor resultó bastante elevado (aunque razonable en un vehículo que pesa casi 1.700 kilos), con un promedio de 10,3 kilómetros por cada litro de combustible. El confort de marcha de este modelo es notable, debido en gran parte a los amortiguadores delanteros con topes hidráulicos y a la siempre bien valorada suspensión independiente multibrazo en el eje trasero.
Pese a la elevada altura de la carrocería, la solidez del chasis también le confiere un destacado comportamiento dinámico, sirviéndose de un celoso ESP que no duda en entrar en acción para mitigar maniobras. Por su parte, la respuesta de la dirección con asistencia eléctrica se mostró precisa, y la respuesta del sistema de frenos (con discos en las cuatro ruedas), muy sólida: para detenerse por completo desde 100 km/h requirió 48,1 metros.
Diversión garantizada
La mayor virtud de esta versión es su capacidad off-road, y son varios los factores que intervienen para que eso suceda. En primer lugar, el perfil de los neumáticos Pirelli Scorpion ATR (en medida 225/65 R17), que se adaptan sustancialmente mejor al uso fuera del asfalto: una de las contras en el Big Bend con rodado 18 y cubiertas de uso mixto.
Otro punto es que, si bien todas las versiones del Bronco Sport cuentan con el sistema de tracción integral de acople automático y bloqueo de 4x4 denominado G.O.A.T (Go Over Any Type of Terrain), esta variante Wildtrak agrega dos modos de conducción (Lodo y Rocas) que se suman a los Normal, Eco, Deportivo, Resbaladizo y Arena, que en función de la superficie del terreno optimizan los desempeños del motor, la transmisión, el sistema de frenos y la dirección.
Párrafo aparte para destacar que el Bronco Wildtrak tiene bloqueo de diferencial trasero. Se trata de un recurso que no ofrece ninguno de sus rivales (ni siquiera algunas pick-ups 4x4), y que resulta muy útil a la hora de escapar de situaciones complicadas o sortear pendientes muy empinadas. Y la falta de una caja reductora se ve compensada con un diferencial trasero que tiene un doble embrague que le permite frenar o enviar torque de manera independiente a cada rueda.
Por último, pero no menos importante, el Bronco Wildtrak también tiene un mayor despeje del suelo que el Big Bend (22,3 cm frente a 19,9 cm), y en consecuencia mejores ángulos para el off-road: 30º de ataque, 33º de salida y 20º el ventral, mientras que la capacidad de vadeo es de uno 60 centímetros.
Ford Bronco Sport 2.0 Wildtrak 4WD: equipamiento y precio
Más allá de las notables diferencias mecánicas, los agregados de confort que fuimos destacando a lo largo de la nota van marcando de alguna manera la sustancial diferencia de precio que hay entre ambas versiones: 46.100 dólares el Ford Bronco Sport 1.5 Big Bend (unos 4.575.425 pesos), y 56.350 dólares el Ford Bronco Sport 2.0 Wildtrak (5.592.738 pesos al cambio oficial).
Aunque no todo termina ahí. Si bien en el apartado de seguridad la dotación de serie se destaca por los nueve airbags (delanteros, laterales de tórax, laterales tipo cortina y de rodilla para el conductor), control de tracción y estabilidad, ABS con distribución electrónica de frenado, detector de fatiga y sistema de monitoreo de presión de neumáticos, esta variante tope de gama agrega algunas asistencias a la conducción que forman parte del sistema Ford Co-Pilot 360.
Se trata de elementos tales como el asistente de dirección evasiva, el control de velocidad crucero adaptativo con sistema Stop & Go y centrado de carril, el asistente de pre-colisión con frenado automático de emergencia y detección de peatones, la cámara frontal y trasera con visión 180° y el sistema de reconocimiento de señales de velocidad, que se complementan con los disponibles desde la versión de entrada de gama: asistente de pre-colisión con frenado automático de emergencia y detección de peatones, sistema de información de punto ciego y de mantenimiento de carril.
Si bien en este segmento existen varios modelos con tracción 4WD, por su particular planteo off-road solo el Jeep Compass Trailhawk ($ 5.592.800) puede considerarse rival directo del Bronco Sport Wildtrak, aunque el modelo fabricado en Brasil utiliza una mecánica turbodiésel.
Ficha técnica y prestaciones: