La profunda relación entre Argentina y Brasil en lo que a la industria automotriz respecta podría dar un paso de suma importancia próximamente si en el país vecino se aprueba un proyecto de ley que busca elevar el estándar de seguridad de todos los vehículos.
El senador Elmano Férrer, del Movimiento Democrático Brasilero, presentó un documento por el cual se busca obligar las pruebas de choques para todos los nuevos vehículos que ingresen al gigante sudamericano.
El proyecto del legislador exige que "todos los modelos de vehículos nuevos comercializados en el país sean sometidos a pruebas de impacto adecuadas, y los resultados deberán recibir una amplia publicidad".
Si bien las terminales evalúan en forma privada cada uno de sus productos, la moción reclama que la totalidad del parque automotor sea testeado, y que además se promocionen los resultados, ya sea en las campañas publicitarias como en internet.
Actualmente, la encargada de realizar los crash tests en la región es la Latin NCAP, dependiente de la FIA y versión local del organismo que evalúa los rodados en Europa. La prueba consta de diferentes tipos de choques que miden el riesgo de los pasajeros, tanto delanteros como traseros, y la nota final va de cero (casos de países que no tienen las normativas obligatorias como Argentina y Brasil, como ABS, airbags, etc.) hasta cinco estrellas.
En los últimos meses, varios modelos “brasileros” populares terminaron con un durísimo resultado luego de los test, lo que aceleró esta propuesta. La misma tendrá un impacto indefectible en la relación de nuestro país con el vecino.
La gran mayoría de los vehículos más vendidos en Argentina llegan desde Brasil, los cuales tendrán la evaluación de estas pruebas, en caso que la ley sea sancionada. Pero además, para poder exportar a tierras limítrofes, los producidos en territorio nacional deberán contar con la certificación de las evaluaciones, que en caso de aprobarse la ley, comenzarían a ser obligatorias el 1 de enero de 2019.
