La aerodinámica es un efecto que en la actualidad es indispensable tener en cuenta en la industria automotriz a la hora de diseñar un vehículo, ya sea un automóvil, motocicleta, camiones o incluso colectivos de larga, media y corta distancia.
En Argentina tuvimos un claro ejemplo de un ómnibus que aplicaba esta ciencia y se lo conoció vulgarmente como “Bus Bala” y los diarios de la época lo describían como un vehículo del futuro.
Durante los ‘80, circularon modelos como el Cametal CX40 pero el más emblemático de todos fue el Aerobus, diseñado y producido por un emprendimiento local de la ciudad bonaerense de Necochea que lo construyeron sobre un chasis Scania K112 y era propulsado por un motor de seis cilindros que ofrecía una potencia de 300 CV.
No solo por fuera parecía un avión, sino por dentro tenían fuertes similitudes al fuselaje de uno. El poco espacio interior, los problemas estructurales y la sensación de encierro que experimentaban muchos de los pasajeros que pudieron viajar en una de las pocas unidades producidas incentivaron a la paulatina desaparición de la línea.
Se habrían producido solo 12 unidades y para finales de la década ya su paso por las rutas quedaba en el recuerdo ya que la mayoría de las compañías de viajes de larga distancia optaron por incluir en sus flotas el Cametal CX40, diseño inspirado en el icónico Aerobus.
