Presentarse en cualquier lugar como Bin Laden no debe ser fácil. Pero en este caso, quien ostenta ese apellido ha cobrado fama por un tema que nada tiene que ver con los lamentables hechos a los que inmediatamente remite su nombre de familia.
Se llama Faisal, nació en Arabia Saudita en una familia adinerada (se dedican a la construcción y a la gestión de activos) y, luego de estudiar en los mejores colegios, se recibió de arquitecto en Londres. Con 34 años, este joven Bin Laden ha creado empresas que son el sustento de sus caprichos mecánicos: WSF Creative, una agencia de comunicación y productora que trabaja para marcas como Red Bull, Emirates y Pagani, y Veloce Life, dedicada el mundo del máximo lujo (autos, relojes, gastronomía, etcétera) a aquellos que pueden disfrutarlo.
Faisal ha experimentado la velocidad como piloto en el campeonato saudí de GT, en el que ha corrido tanto con Porsche como con BMW. Pero se hizo conocido no tanto por sus resultados en las carreras sino a través de las redes por su inocultable pasión por coleccionar automóviles exclusivos: es propietario de unidades de todas las épocas, ninguna de las cuales baja del millón y medio de dólares, de las que da noticias en su cuenta de Instagram.
Entre sus posesiones aparecen unidades de ensueño, como dos Bugatti, un Type 35 de los años 20 y un Chiron; tres Pagani: un Zonda F, un Huayra y un Huayra Roadster. También un Koenigsegg Regera verde (al que llama Hulk), y varias Ferrari, entre ellas, una 288 GTO, una F40, una F50, una FF y una LaFerrari.
También hay Porsche, claro: 959, 911 GT2 RS y un 911 dorado preparado por el especialista Singer.
Pero, la marca que, aparentemente, llama más su atención, es McLaren: tiene dos F1 (uno de ellos perteneció a Mr. Bean), tres P1 y un BP23.
Completan la exclusiva lista un Lexus LFA y un Aston Martin Valkyrie.
En cuanto a su filiación, Faisal ha decidido mantener la duda: no niega ni confirma su posible parentesco con el exlíder de Al Qaeda. Tal vez sea una manera de agregar una cuota de misterio (o morbo) a su vida de excentricidades mecánicas.
