@TogneriWalter
waltertogneri5A esta altura, los seguidores de Parabrisas seguramente ya saben que la filial local de Toyota es la terminal que marca el ritmo del negocio automotor en el país. En gran medida, ese bit responde a que sigue los acordes que nacen de las actualizaciones de los diferentes modelos, muchas de las cuales surgen a partir de reclamos de los usuarios.
Uno de los ejemplos más cabales de esta estrategia de la marca es el Etios, modelo que en su momento representó un desafío para la casa japonesa, ya que hasta su llegada no había participado en ese segmento (el de los compactos) con un producto de producción regional.
Con la Hilux aplicaron ese mismo criterio, aunque llegaron a la definición por caminos diferentes. Los primeros cambios en términos mecánicos aparecieron con una nueva versión, la Gazoo Racing Sport, variante deportiva, que inicialmente incorporó –además de un motor exclusivo–, amortiguadores de competición, entre otros ajustes.
Ahora, cuando la exitosa camioneta de “una tonelada” se ha instalado como referente indiscutido en el mercado regional (Gustavo Salinas, presidente de Toyota Argentina, aseguró que durante 2022 la Hilux fue el vehículo más vendido de América Latina con 150.000 unidades, un 25 por ciento por sobre su seguidor), la variante SRX (la tope de gama) fue sometida a ajustes específicos, algunos de los cuales provienen de la GR-S. Estos cambios, por ahora, no se trasladarán al resto de la gama.
Más estabilidad; menos ruido
En la presentación de las modificaciones, además de Salinas participaron algunos de los integrantes del equipo de Ingeniería de Toyota, al mando de Diego Martino.
Respaldado por imágenes, Martino indicó que los principales cambios pasan por las trochas, que ahora son más anchas: la delantera en 140 mm y la trasera en 155 mm. Pero también aparecen cambios en la barra estabilizadora trasera (es tubular), en los amortiguadores (ahora con mayor diámetro de pistón y recalibrados para ofrecer más confort), y en los anclajes. En los resortes helicoidales se ha aumentado la rigidez.
El despeje también de modificó, con un incremento de 20 mm, mientras que se aplicaron ajustes en los guardabarros que ahora, además de haber sido ensanchados, cuentan con canalizadores de aire creados para reducir la turbulencia que se genera en el “buche” de las ruedas.
Otro elemento que cobra importancia en este renovado modelo es la barra aerodinámica: en lugar de la clásica de San Antonio, el equipo de Martino instaló una sección que “prolonga” la cabina y con la cual se logra mejorar el Cx. Es importante mencionar aquí que la Hilux “de trocha angosta” ofrece un Cx de 0,441, valor que trepa hasta los 0,510 con los nuevas cotas, pero que se reduce hasta 0,443 con esta barra aerodinámica. Además, la incorporación de este elemento reduce la generación de turbulencia, solución que se agradece en el habitáculo.
Es cierto que el diseño de este accesorio es “polémico”, pero los responsables de Toyota aseguran que se puede reemplazar por cualquiera de las barras disponibles en el catálogo de accesorios para Hilux, ya que los anclajes son los mismos.
Camino hacia El Torito
La prueba de manejo fue “breve” pero contundente. Avanzamos por un camino que nos resultó familiar, ya que es uno de los varios en los que habitualmente se hacen pruebas y producciones fotográficas de vehículos, especialmente camionetas. Y recorrimos, además, tramos de los sectores que los ingenieros de Toyota utilizan cuando prueban los ajustes que van aplicando sobre los diferentes modelos. Fueron unos 120 kilómetros desde la planta de Zárate repartidos en 60 de asfalto (autopista), y el resto de caminos rurales, de ripio y tierra, al final de los cuales nos recibió la pulpería El Torito, cerca de Baradero.
Me tocó manejar la Hilux y tuve la suerte de que el puesto del navegante fuera asignado al ingeniero Martino, especialista que no sólo es uno de los responsables de los ajustes aplicados en la SRX, sino que, además, conoce estos caminos mejor que los pasillos de su oficina. Mientras, Ale Cortina, en el asiento trasero, buscaba con su “ojo clínico” el mejor paisaje para la producción fotográfica: el resultado está a la vista en la galería que acompaña este artículo.
En un camino que se prestaba para ser recorrido con confianza, el ingeniero Martino me dio luz verde: “Acelerá, si querés”. Ante semejante invitación pronunciada por “el jefe”, no lo dudé: pie derecho hasta el fondo.
Ya en los primeros metros noté que el aplomo que lograron estos cambios hacen que la Hilux se comporte como una camioneta diferente. Circula con una firmeza excepcional, tanto en el asfalto como en los caminos de ripio y tierra en los que, siempre con la supervisión de Martino (y porque era un trayecto controlado, seguro) hicimos tramos a 120 km/h, una velocidad muy elevada para ese tipo de caminos rurales en los que cualquier equivocación puede representar un problema. Pero no hubo errores humanos, ni comportamientos dudosos de la unidad, incluso al doblar en curvas exigentes: con esta nueva configuración, la Hilux ya no rola como antes.
Se suele decir que las comparaciones son odiosas, pero no puedo evitar recordar a la Mercedes-Benz Clase X. Aquella camioneta de la marca alemana (que tuvo una vida muy corta) ofrecía una respuesta muy parecida a la de esta Hilux. Una de las claves de ese comportamiento pasaba también por las trochas ensanchadas. Estos cambios de chasis y amortiguación no se aplicarán (por lo menos por ahora) en el resto de la gama Hilux, ni tampoco en la SW4.
Por otra parte, estos ajustes –sumados a los que tienen que ver con la respuesta aerodinámica– hacen que en el habitáculo (en donde ahora aparece una nueva pantalla para el sistema de infoentretenimiento) se pueda mantener una conversación perfectamente: el nivel de ruido que llega hasta el interior es realmente muy bajo.
Los cambios aplicados en este excelente producto de la marca japonesa afianzan el gran momento que atraviesa la compañía, en una posición que le permite recibir una destacada consideración de parte de la casa central. Hay antecedentes de esta espléndida relación. Uno de ellos es el proyecto de la Hilux Gazoo Racing Sport, producto creado en nuestro país y que, luego de la aprobación de la casa matriz, tuvo exposición global.
Estos cambios refuerzan una sociedad en la que tal vez ya no se deben tantas explicaciones, dado que los resultados de aquellas buenas ideas están a la vista.
Y gracias a esta excelente relación entre la casa central y al filial local, también se abren las posibilidades de incorporar proyectos industriales en la Argentina. De hecho, el próximo arrancará en enero de 2024, cuando se inicie la producción local del utilitario Hiace.
