Un paseo por el Paraíso mecánico

Cada verano boreal, los entusiastas de los autos de todo el mundo se reúnen en la costa del Pacífico para honrar herencia y tradición. Mirá la galería de fotos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Volar a San Francisco en esta época del año tiene un sabor especial; ya en el avión se nota que la mayoría tenemos intereses compartidos: una gorra de Aston Martin, una campera de Mercedes-Benz, algún bolso con el logotipo de Bugatti son imágenes que se repiten durante todo el viaje. Es claro que nos dirigimos con entusiasmo a vivir una semana plena de autos clásicos y súper autos hasta quedar empalagados de esta sobredosis de mecánica.

Sin un minuto que perder, sacamos la lista de eventos y nos damos cuenta de que no es físicamente posible realizar todas las actividades agendadas. Están presentes las mejores casas de subasta del mundo y traen su artillería más pesada. Varios de esos autos son unidades únicas, autos que solo hemos visto en libros, y la posibilidad de verlos en vivo y tocarlos suele ser una oportunidad irrepetible.

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Para tomar dimensión de lo expresado, entre Gooding and Company, que es la subastadora oficial del evento, y RM Sotheby´s, que fue la que más vendió durante el fin de semana, se recaudaron un total de 348.710.710 dólares, y esto no incluye a Bonhams, Mecum y otras subastas. Por su parte, RM vendió el auto más caro de la semana, el Ferrari 410 Sport Spider by Scaglietti de 1955 que piloteara Juan Manuel Fangio en los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires en 1956. Por este ejemplar incomparable se pagaron más de 22 millones de dólares.

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En movimiento

En la mañana del jueves, se realizó el Tour d´Élegance. Es una oportunidad para el público de ver en movimiento a los autos que participarán el domingo del concurso principal. También es la posibilidad para los concursantes de dar una primera buena impresión a los jueces para la evaluación del domingo. Se trata de un recorrido de unos 28 kilómetros por la escénica ruta 1 que atraviesa montañas y valles cercanos. El tour presenta más de 150 autos que buscan demostrar su aptitud para circular y obtener una ventaja en el “Concours”.

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Si esto no tiene suficiente adrenalina, hay más en el circuito de Laguna Seca. Esta pista en la montaña tiene hermosas vistas, puestos de comida y “merchandising”, pero lo interesante sucede en boxes y en la pista. Este año, adelantándose a las celebraciones del 100 aniversario de Le Mans, se pudo volver a ver y escuchar rugir a icónicos autos como el Jaguar D-Type, el Porsche 962, el Porsche 935, el Audi cinco veces ganador entre 2000 y 2005, y hasta un Mercedes 300SL W194. Le Mans no fue la única categoría presente este año, ya que hubo autos de Fórmula 1, CanAm, IMSA y Turismo, entre otros.

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Se disputaron carreras de clásicos de velocidad pura, brindando un gran espectáculo para los presentes. Es indescriptible caminar por esos boxes y ver cómo están poniendo en marcha, por ejemplo, a la Ferrari 312 de Niki Lauda, un Mazda de Le Mans con motor rotativo y hasta la nueva creación de Gordon Murray, el GMA T50 equipado con motor Cosworth V12 de 3,9 litros que, girando a más de 12.000 rpm, “grita” como un Fórmula 1 de la mejor época.

 

Encuentros y concursos

Los clubes de las marcas más importantes aprovechan esta semana para hacer reuniones y exponer sus mejores ejemplares. En este rubro, Porsche lleva la delantera con la Werks Reunion, que aglomera a casi 800 unidades de todas las épocas y varios autos únicos.

También está Leyendas de Autobahn que, por supuesto, reúne viejas glorias de la industria alemana, y Ferrari y Mercedes Benz también tienen eventos privados para sus usuarios.

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Entre los concursos previos al evento principal se encuentran el Concorso Italiano, donde se puede observar lo mejor de Lamborghini, Ferrari, Fiat, Alfa Romeo, Osca y Maserati, entre otros. Este año el ganador fue un Bizzarrini 5300 Strada de 1967.

Pero entre los concursos, quizá el que más se destaca es el Quail. En él, además de clásicos, participan cada vez más fabricantes de ese tipo de modelos, preparadores y marcas de gran categoría, como Rolls Royce, Bugatti, Porsche, McLaren y Pagani, presentando lo último o lo próximo que lanzarán.

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También los eléctricos estuvieron presentes con varias empresas, como la americana Lucid y los híbridos con Czinger que mostró su hipercar de 1.250 CV y cabina en tándem.

 

El esperado domingo

Todo lo anterior es el precalentamiento para el evento principal, el Pebble Beach Concours d´Élegance. Es el concurso de mayor prestigio y el que todos quieren ganar desde 1950. Los participantes llevan lo mejor de sus colecciones y trabajan por años para preservar o restaurar sus unidades. Los jueces son implacables, y un mínimo detalle como un tornillo de diferente tono o una bocina que no suena adecuadamente son motivo suficiente para restar puntos en sus planillas.

No es extraño cruzarse con estrellas de cine caminando por el “Green”, la gente viste atuendos de época y los autos de preguerra recorren los pasillos yendo a recibir sus premios.

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El ganador del concurso, un Duesenberg J Figon Sports Torpedo de 1932

Este año, el galardón mayor fue para un impresionante 1932 Duesenberg J Figon Sports Torpedo restaurado por RM, que se destacó entre los 220 autos de 19 países y 33 estados que fueron parte del evento.

La competencia no fue fácil debido al calibre de los contrincantes, incluido el Talbot-Lago T150C-SS Figoni & Falaschi Teardrop Coupé de 1937, el Duesenberg J Graber Cabriolet de 1930 y el Talbot-Lago T26 Grand Sport Stabilimenti Farina Cabriolet de 1951.

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Podemos afirmar que este evento es uno de los más importantes del mundo en materia automovilística, si no el más importante, concentrando dinámica y exposición de autos de distintos tipos, incluyendo de preguerra, posguerra, competición, hot-rods, europeos, japoneses, americanos, prototipos, súper autos y curiosidades del mundo automotor. Sin dudas, habría que vivirlo al menos una vez.

Por Diego Porciello (desde California, Estados Unidos)