Durante los últimos años, Mercedes-Benz, Nissan y Renault tuvieron todo listo para poner en marcha la producción nacional de tres pick-ups como parte de una inversión superior a los 600 millones de dólares.
En contrapartida, sólo dos camionetas continuaron para sumarse a la línea de montaje de la planta cordobesa de Santa Isabel. Por un lado, la marca japonesa con Frontier en 2018 y por otro, el rombo con la Alaskan, modelo que ayer comenzó a ser producido en serie y ya manejamos en Francia.
En cambio, la firma de Stuttgart, que tenía todo preparado para la Clase X, se quedó con las manos vacías, aunque no sólo en Argentina, sino que las plantas que habían comenzado con el proyecto en el exterior, también dieron marcha atrás.
El producto no logró adaptarse en otros mercados, especialmente en el continente europeo, y más allá de que la manejamos en Chile y asistimos a la presentación de los conceptos en Alemania, el fracaso no tardó en llegar.
Mientras todo indicaba que la producción final sería en mayo de este año, el coronavirus modificó los planes y la camioneta pasó a la historia dos meses antes (marzo). Ahora, según reveló La Tribuna de Automoción, existen 125 unidades que quedaron totalmente ensambladas en la planta que Nissan tiene en Barcelona, donde Mercedes tenía contrato para producirlas hasta 2026..
Según fuentes de la marca japonesa en España, las camionetas no pertenecen a ellos, sino que corresponden a Daimler, empresa que habría autorizado a achatarralas. Aun así, nadie desmiente que se esté llevando este proceso, sin enviar las camionetas a Mercedes, aunque revelan que han sido facturadas por la empresa alemana.
Otras fuentes indicaron que las Clase X se envían desde la planta (Zona Franca) al desguace, sin pasar por la zona donde se transferirían a la marca de Stuttgart. De este modo, Nissan estaría llevando a cabo este procedimiento, aunque se supone que sería por orden de Mercedes.
De las 125 unidades, 90 se habían producido con motores Renault y se encontraban para adoptar el nuevo protocolo de emisiones europeos, aunque la marca decidió no comercializarlas para no realizar sustituciones durante los próximos 10 años. Además, los costos de los repuestos (posventa) también serían muy altos. Las otras 35 Clase X poseían impulsores Mercedes V6 y tendrían que haber sido vendidas antes de septiembre por normativa de emisiones.