Modelos exclusivos para el mercado chino

En el Salón del Automóvil de Pekín, que termina hoy, las automotrices más renombradas presentaron sus modelos adaptados a los gustos orientales. Conocelos. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

Aunque muchos ejecutivos aún no se manejan tan bien con el chino, para algunas automotrices el Salón del Automóvil de Pekín (que culmina hoy) fue casi como estar en casa. "En ningún otro lugar del mundo vendemos tantos autos como aquí", aseguró Dieter Zetsche, jefe de la alemana Daimler.

Por eso, no es de extrañar que los fabricantes, que suelen tener una paleta de productos global unificada, contemplen un par de excepciones para el mercado chino y presenten modelos especiales para satisfacer sus deseos.

Una de las mayores novedades del Salón de Pekín fue una versión del Mercedes Clase E que es 14 centímetros más larga que la tradicional. Este modelo ofrece mayor espacio para las piernas en la parte trasera, cuenta con una consola en el apoyabrazos central y está dedicado, por tanto, al segmento de lujo.

Otras automotrices como Audi y BMW también presentan versiones más largas. Al A4 lo extienden unos nueve centímetros, mientras que BMW amplía por primera vez el largo de una SUV y alarga 12 centímetros la distancia entre ejes de su X1.

Volkswagen (VW) va más allá y produce junto a socios locales dos nuevas berlinas para los más adinerados de Pekín: el Magotan en cooperación con FAW y el Phideon a partir de un "joint venture" con SAIC.

Pero además hay otras novedades pensadas para el mercado mundial: Daimler presenta su Smart Brabus con una mayor potencia, de 109 CV, mientras que Audi exhibe su deportivo TT RS de 400 CV. En tanto, Porsche ahora incluye al Cayman dentro de la serie 718 y le cambia el motor de seis cilindros por uno turbo de cuatro cilindros.

En el caso de VW no se trata sólo de pequeñas variantes de sus modelos, sino que presenta el nuevo prototipo T-Prime y promete que el año próximo producirá en serie a este SUV de más de cinco metros como el nuevo Tiguan.

Otros fabricantes occidentales, como el británico Jaguar, también se adaptan al mercado local con versiones más largas de sus autos, como la berlina XF, que se vende sólo en China.

Por su parte, el portavoz de la japonesa Mazda descartó en principio que el deportivo SUV CX-4 llegue a Europa. Sin embargo, la nueva generación del Renault Koleo podría desembarcar en el viejo continente, aunque recién en 2017.

Lo mismo ocurriría con el nuevo prototipo de Infiniti, la marca de lujo de Nissan, el QX50 Inspiration, un SUV mediano que fue presentado en el Salón de Pekín.

En tanto, el programa de los locales es algo ridículo. La berlina de lujo de Hongqi no puede ser tomada demasiado en serio, mientras que en el deportivo eléctrico Arcfox-7 de BAIC, de 600 CV, no funcionan las puertas alas de gaviota.

Pero más allá de las extravagancias, los fabricantes como Geely, Cherry, SAIC, Great Wall, JAC & Co suelen mostrar novedades sustanciosas, que podrían servir para la exportación, sobre todo en el sector de los todoterrenos.

En los stands de los fabricantes chinos se ven muchos vehículos eléctricos o híbridos enchufables, que tienen cada vez mayor demanda en el mercado local.

Además de los modelos serios y los autos eléctricos, en el Salón de Pekín se encuentran copias y curiosidades para todos los gustos. Ya sea el Smart, el Mini, el Range Rover Evoque, el Mercedes Clase G o el Audi Q7: prácticamente no hay modelo exitoso que venga de Occidente que no tenga al menos una versión copiada en ChinaY el que no copia directamente presenta una especie de caricatura que sirve para llamar la atención. En ningún otro lugar hay parrillas delanteras tan resplandecientes, focos tan brillantes o luces traseras que parpadean tan bien.

"Finalmente, hay que hacer algo para poder ser tomado en serio entre las 180 marcas locales", dice Chenqunyi, a cargo del diseño en la compañía de desarrollo de automóviles IAT. La empresa de Pekín muestra lo lejos que se puede llegar con su colosal todoterreno Karlmann King, en negro mate, que parece un bombardero furtivo con ruedas y formas angulosas. El SUV, con un motor V10 de 8,6 litros, cuesta más de u$s1,8 millones.

Chenqunyi explica que la pequeña serie de diez ejemplares ya está agotada y expone un importante motivo para el éxito de la marca en China: "En un mercado tan grande hay clientes suficientes para cada curiosidad".

FUENTE: Thomas Geiger (dpa)

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