Cuando en abril de 2006 presentábamos en estas páginas al Volkswagen Vento nos preguntábamos si este vehículo podría atentar contra el Passat. Es que la fórmula que el Vento estrenaba en esos días hacía suponer la posibilidad de que pudiera generarse una situación como esa: llegaba al mercado local como un mediano-grande, un producto que se ubicaba entre el Bora y el Passat, aunque estaba, claramente, más cerca del grande que del mediano.
Sin embargo, lejos de "molestar" a su hermano mayor, el Vento encontró su lugar repitiendo en el mercado local los éxitos que cosechaba en el resto del mundo.
Pasaron cinco años desde aquella primera vez y, ahora, llega el tiempo de la renovación, un cambio profundo que presenta unidades completamente nuevas (plataforma, suspensiones y diseño), aunque mantiene las eficaces motorizaciones y un nivel de equipamiento adecuado a sus pretensiones.
La nueva gama se vende en siete opciones, configuradas según tres variantes de equipamiento y cuatro de transmisión. La de entrada de gama es la 2.0 TDI de 110 CV (reemplaza a la 1.9 de 105 CV) en una única opción de equipamiento Advance y con caja manual de cinco velocidades (124.000 pesos). La otra motorización Diesel (2.0 TDI de 140 CV), se comercializa en nivel Luxury y en dos opciones de transmisión (manual de sexta, 140.000 pesos y DSG de doble embrague y seis marchas, 149.000 pesos), mientras que las opciones tope de gama, con motor naftero 2.0 TSI de 200 CV se denominan Sportline y pueden equipar caja manual (145.000 pesos) o DSG (154.000 pesos). Para esta nota elegimos una variante intermadia, la equipada con motor naftero 2.5 de cinco cilindros y 170 CV con caja manual (125.000 pesos). También se vende en opción con caja automática Tiptronic de seis relaciones (134.000 pesos).
Lea el resto de esta nota en la edición de junio de 2011 de Revista Parabrisas
