Las camionetas medianas se han vuelto una obsesión para algunas terminales, y más en nuestro país. Frontier es el primer vehículo que Nissan fabrica en la Argentina, lo que no es poco. La inversión oficializada en 2015 tuvo varios retrasos, e incluso una cancelación: la Mercedes-Benz Clase X (VER NOTA).
Básicos:
Velocidad máxima: 172,2 km/h / Potencia: 160 CV / Consumo promedio: 12,4 km/l / Precio: $ 1.257.800
Diseño-aerodinámica (✭✭✭): Estéticamente luce atractiva, aunque la estandariza la falta de algunos accesorios.
Confort-espacio interior (✭✭✭1/2): Por tratarse de la versión de entrada de gama, frece buen confort. Tiene asientos cómodos, aunque la posición de manejo no se destaca.
Motor-prestaciones (✭✭✭✭): El motor tiene muy buen funcionamiento. Ágil a bajo y medio régimen, presenta prestaciones adecuadas y consumo reducido.
Los más: Nivel de confort • Respuesta del motor • Puesta a punto de las suspensiones • Precio competitivo.
Instrumental-equipamiento (✭✭✭): Instrumental desactualizado. Equipamiento razonable. Podría contar con una radio más moderna o sensor trasero de estacionamiento.
Suspensión-dirección (✭✭✭1/2): Buena configuración, tanto para ruta como en caminos de campo o ciudad. A diferencia de otras chatas, tiene eje trasero con espirales.
Transmisión-caja (✭✭✭✭): Buen rendimiento de la caja de sexta. Comando lógico y relaciones bien escalonadas. La conexión de la doble tracción es inmediata y en movimiento.
Los menos: Sin sensor de estacionamiento • Equipamiento de seguridad justo • Instrumental con medidores digitales • Sin bloqueo de diferencial
Seguridad-frenos (✭✭✭): Tiene sólo dos airbags y carece de luces rompeniebla. Los frenos arrojaron cifras al límite y un pedal algo "esponjoso".
Precio-garantía (✭✭✭1/2): Nissan quiere ganar mercado, de modo que la posiciona como la más económica entre las de producción nacional. Algunas rivales ofrecen cinco años de garantía.
Hasta que Renault lance la Alaskan (VER NOTA), algo que no está previsto para este año, Nissan se encarga de completar su oferta, que para estos días conforma un plan de producción bastante menos alentador de lo que se imaginaba hace un año. Lo que sí había sido oficializado para 2019, y ahora se cumple, es la llegada de las alternativas más austeras de la Frontier (VER TEST), pensadas para un uso laboral y profesional.
Los dos nuevos niveles, S y SE, fueron presentados en Expoagro, donde también se aprovechó para lanzar diversos incentivos para su compra, entre ellas la posibilidad de canjearla directamente por granos, sumada a diferentes tipos de financiación.
Las SE con tracción 4x2 y 4x4 conservan el motor 2.3 biturbo Diesel de 190 CV, mientras que la más austera S (también 4x2 o 4x4) equipa el mismo impulsor, aunque con turbo único, capaz de alcanzar los 160 CV.
Desde afuera
Estéticamente, la versión S es la que mejor se puede diferenciar entre todas las Frontier de producción nacional. Esto se debe a que es la única encargada de llevar parrilla en color plata y ópticas con fondo negro, dejando para el resto de las versiones los ornamentos cromados.
Sin embargo, en esta Frontier se mantuvieron los marcos cromados de las luces diurnas, en este caso colocados en la parte inferior del paragolpes y que no cumplen con doble función, ya que no posee luces rompeniebla. Como es habitual y con respecto a las variantes más completas, no trae espejos o manijas cromadas, como tampoco estribos que faciliten el acceso al habitáculo.
Las llantas de dieciséis pulgadas en acero y de diseño básico están asociadas a neumáticos de uso mixto y talón alto, algo que mejora el confort (principalmente del tren delantero) en caminos en mal estado. Gracias a esto el manejo, tanto en caminos de campo como en el barro, se advierte más efectivo que las versiones equipadas con neumáticos de dieciocho pulgadas.
Por si acaso, posee de serie ganchos de remolque delantero y trasero. Tampoco se la despojó de protecciones en la parte baja del chasis, aunque son menos fuertes que las de algunas de sus rivales.
Entre la data meramente destinada al uso exigente, el despeje del suelo alcanza los 230 milímetros, con 15 milímetros extra con respecto a las de tracción simple. Del mismo modo, admite hasta una tonelada (la caja de carga no presenta protección de pintura de serie), y puede remolcar hasta 3.500 kilos con freno.
Monoturbo de 160 CV
Todas las pick-ups medianas producidas en la Argentina reservan un motor con menor potencia únicamente en la versión más económica. Esta “ley” está íntegramente relacionada con el rendimiento de combustible, algo que muchas empresas valoran a la hora de tener que renovar su flota.
En el caso de la Frontier, el impulsor utilizado no presenta cambios en su base. Sí lo hace en la admisión, ya que utiliza un sistema de sobrealimentación simple, en reemplazo de los turbos gemelos empleados en el motor de 190 CV. La única turbina con geometría variable determina en este caso una potencia de 160 caballos de fuerza, al mismo régimen de 3.750 rpm, y reduce la entrega de torque de 45,9 a 41,1 kgm, conservando la máxima expresión entre las 1.500 y 2.500 vueltas.
De origen Renault, funciona de manera muy parecida al más potente, caracterizándose por una entrega pareja y contundente en la zona media del cuentavueltas. Las prestaciones obtenidas fueron adecuadas: demora trece segundos para alcanzar los cien km/h desde cero y se destaca en recuperaciones, con muy buenas cifras de elasticidad, tanto en cuarta como en quinta marcha. En este aspecto hay que recalcar las acertadas relaciones de caja, escalonadas y mayoritariamente cortas.
La máxima de 172,2 km/h la obtiene en sexta, donde a una velocidad de 120 km/h constantes arrojó un rendimiento de 11,2 kilómetros por litro. Esto es prácticamente similar a lo obtenido por la variante automática con motor de 190 CV que probamos previamente, similitud que se repite a 90 km/h constantes.
Sin embargo, donde se nota una reducción considerable del consumo es en ciudad, donde marcó 10,3 km/l (8,4 km/l en la AT de 190 CV), beneficiado también por el mejor aprovechamiento energético que se obtiene con una transmisión manual.
En materia de suspensiones no existen cambios (recordemos que la Frontier utiliza un eje trasero con espirales en reemplazo de los clásicos elásticos). Ello le provee buen confort general, pero probablemente no la rusticidad o confiabilidad de las ballestas. Como es sabido, estas versiones destinadas a un trabajo más pesado pueden estar expuestas a condiciones más exhaustivas de uso, incluyendo esfuerzos por encima de los recomendados por el fabricante.
En la ruta se muestra firme y sin vicios, con buen control direccional al doblar a alta velocidad, algo que es beneficiado por una dirección no demasiado directa. Los frenos extendieron levemente las distancias con respecto a la de 190 CV, pero puede ser producto de los neumáticos mixtos, con menor superficie de contacto. Además, no posee diferencial con bloqueo electrónico mediante una tecla. El “autoblocante” pasa a ser automático, de manera electrónica.
Lógica de inicio de gama
Al subirnos nos sorprendimos gratamente al notar una configuración amena. Posee alfombras y tapizados textiles (no de PVC como otras chatas básicas), apliques símil pana en las puertas y algunos accesorios que no son comunes, como apoyabrazos centrales delantero y trasero. A
simismo, conserva salidas traseras de climatización (algo poco visto en el segmento, incluso en versiones full) y hasta iluminación de cortesía en las puertas delanteras. Gracias a esto se posiciona como la pick-up de inicio de gama que menos pierde con respecto a sus pares más elitistas. Sería ideal la incorporación de sensor de estacionamiento trasero o el sistema multimedia en reemplazo de una radio anticuada y con sólo dos parlantes.
No hay cambios en la posición de manejo, algo conflictiva para conductores altos, ya que la regulación en altura de la columna de dirección se advierte escasa. El tablero de instrumentos dispone de una pantalla monocromática que engloba medidores digitales de temperatura de agua y nivel de combustible. En las 4x4, como la versión de la nota, el indicador de tracción pasa a ser únicamente digital, y si bien dispone de reóstato para variar la intensidad de la luz, en días soleados no llega a ser fácil de visualizar.
Los pedales, suaves y bien dosificables, junto a un selector bien posicionado con conexiones seguras, brindan correctas sensaciones al conducirla. Las plazas traseras están dentro del promedio en cuanto a espacio interior, pero la distancia libre para piernas queda algo limitada, mientras que el asiento mantiene el cojín bajo.
Donde podría resultar mejor es en materia de seguridad. Toyota acaba de incluir siete airbags de serie en su Hilux DX, algo que deja con sabor a poco a esta Nissan que trae sólo dos bolsas de aire. Mantiene controles de estabilidad y tracción, pero no posee control de balanceo de tráiler o sistema de carga adaptativo. La versión SE agrega control de descenso, un faltante en esta versión más económica.
Lucha directa
Frente a la competencia, la Frontier S se convierte en una interesante opción, más si consideraramos su precio de venta. Con un valor en las de tracción 4x2 que arranca en 1.080.000 pesos, por esta 4x4 hay que desembolsar 1.257.800 pesos, con garantía de 3 años ó 100.000 kilómetros.
Si la enfrentamos con las tres líderes del segmento, tenemos que decir que la Toyota Hilux DX cabina doble 4x4 se comercializa a 1.368.800 pesos (150 CV, 7 airbags y 5 años de garantía), la Volkswagen Amarok Trendline 4x4 (dos airbags y 140 CV y tres años) a 1.441.100 pesos, y la Ford Ranger 2.2 XL 4x4 (tres airbags y 160 CV en la MY20 y 5 años) a 1.395.700 pesos.
FICHA TÉCNICA Y PRESTACIONES
