Una vez más estamos sentados al volante de un modelo de origen chino. Pero no es “uno más”. El Chery Tiggo 4 Pro es, de alguna manera, un producto con el que podemos medir la evolución de una marca que, allá por 2010, se animó a comercializar en nuestro mercado unidades fabricadas en el gigante asiático, las cuales traían sobre sus hombros el peso de las miradas críticas que en ese momento condenaban a los autos fabricados en ese lejano país.
Básicos:
Velocidad máxima: 180,9 km/h / Potencia: 147 CV / Consumo promedio: 11 km/l / Precio: u$s 38.381.
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭): Retoques estéticos que le sientan muy bien a una carrocería que se advierte robusta. Despeje pronunciado.
Confort/Espacio interior (✭✭✭✭): Amplio y confortable para cuatro adultos, el habitáculo está conformado por materiales y terminaciones de buena calidad. La plaza central trasera es pequeña. El baúl podría ser más amplio.
Motor/Prestaciones (✭✭✭1/2): Sigue la tendencia del mercado con el motor 1.5 turbo. Responde muy bien, pero la caja limita su accionar. El consumo en ciudad es muy elevado.
Los más: Renovación estética y robustez estructural • Calidad general • Insonorización • Mejoras en sistemas de confort • Habitabilidad para cuatro personas • Garantía.
Instrumental/Equipamiento (✭✭✭): La dotación de confort es adecuada, pero en seguridad podría ser mejor, a pesar de las particulares vistas de la cámara 360. El tablero es digital.
Suspensión/Dirección (✭✭✭✭): El andar es muy confortable y seguro. La dirección ofrece muy buena respuesta.
Transmisión/Caja (✭✭✭): La caja CVT responde con retardos notables. Dispone de dos modos de conducción: Eco y Sport.
Los menos: Plaza central trasera • Capacidad del baúl (comparada) • Faltantes de equipamiento, sobre todo en seguridad • Auxilio temporal • Consumo urbano • Precio.
Seguridad/Frenos (✭✭✭): En este rubro esperábamos más, tanto por precio como por sus competidores. En la pista, las distancias de frenado fueron largas a pesar de los cuatro discos.
Precio/Garantía (✭✭✭): La danza del dólar: dependiendo del cambio será (o no) conveniente. La garantía es muy buena.
Como es lógico suponer, después de una evolución de doce años y con los avances tecnológicos en materia de electrónica y mecánica, aquellos prejuicios fueron desapareciendo para dar lugar a unidades que presentan mejores condiciones para competir en un segmento súper poblado como el de los SUV compactos.
Desde aquel Tiggo “a secas” que Parabrisas probó (fue una nota exclusiva en su momento) en 2010, hasta el 4 Pro (fuimos el primer medio nacional en manejarlo) mucha agua ha pasado bajo el puente.
Efectivamente, el nuevo exponente de este competitivo espacio muestra una clara evolución, no solo respecto de aquel iniciador, sino también con el modelo que manejamos hace un año, el Tiggo 4, avances que demuestran que ya no hay lugar para los prejuicios.
Se luce entre otros
El diseño del Chery Tiggo 4 Pro es muy agradable. Si lo comparamos con el modelo que probamos hace un año, aparecen algunas diferencias en, por ejemplo, la parrilla, los faros traseros, el sector donde normalmente se instalan los antiniebla y en las llantas, ahora de 18” y con nuevo diseño.
Las dimensiones no cambiaron, motivo por el cual sigue midiendo 4,3 m de longitud, 1,84 m de ancho y 1,67 de altura, con una distancia entre ejes de 2,61 metros.
Sí es nuevo el motor. Deja de lado el 2.0 de 122 CV para sumarse a la tendencia y adoptar un nuevo 1.5 turbo, pero de esto hablaremos más adelante.
Llama la atención la parrilla, ya que muestra un diseño tridimensional gracias a una serie de pequeños rectángulos brillantes, como espejados. En el caso de la variante que analizamos en esta nota, el color rojo aparece en diferentes sectores de la carrocería, recorriendo la zona inferior de las puertas y de la trompa, y también los cálipers de cada una de las cuatro ruedas. Utilizar ese color es una característica que emplean varias marcas de origen chino, ya que con él logran un efecto visual que realza la silueta de la unidad. Además, ese color se suma al negro del cuero ecológico que recorre varios sectores del interior, incluyendo los tapizados.
Un detalle curioso es que, a pesar de que tiene dos salidas de escape, estas quedan por debajo de la zona trasera de la carrocería y no se ven a simple vista. Sin embargo, en el diseño general del vehículo están representadas con las “tradicionales” salidas decorativas cromadas.
Un pequeño techo solar permite el ingreso de la luz del exterior y a sus costados aparecen las barras de techo de aluminio. El portón trasero es grande y dispone de una luneta amplia.
Un entorno agradable
En general, este vehículo entrega una agradable sensación incluso antes de ingresar en el habitáculo.
El sistema presencial detecta la llave a más de un metro de distancia, momento en el cual se encienden las luces de posición. Ya cerca del vehículo, las puertas delanteras se desbloquean sin necesidad de tocarlas.
Al ingresar, una musiquita nos da la bienvenida y se despliega un esquema luminoso en el tablero que ahora es ciento por ciento digital. Esa asociación lumínico-sonora genera cierta empatía que encuentra complemento en las tiras de led que recorren las puertas y parte del torpedo que generan un concierto luminoso que no aporta mucho.
Lo importante en cuanto a calidad aparece al cerrar la puerta: se escucha un sonido que no solo manifiesta un perfecto encastre, sino que también denota robustez estructural.
La sensación que se experimenta a bordo es satisfactoria. La insonorización es muy buena: casi no se escucha el motor y el ruido que genera el viento al atravesar la silueta de la carrocería no llega hasta el habitáculo.
El material que recorre el torpedo y las puertas, desde la mitad hacia arriba, es un textil blando. Los tapizados son de símil cuero y, como ya dijimos, combinan dos tonos, negro con rojo.
La butaca del conductor en esta versión es eléctrica y, junto con la columna de dirección, que se ajusta en altura y profundidad, hacen que encontrar la mejor posición de manejo sea una tarea sencilla.
Otra característica para destacar es la habitabilidad. Adelante hay mucho espacio, pero también es amplio para los ocupantes de las plazas traseras aunque, como sucede en la mayoría de este tipo de unidades, esa amplitud no es del todo aprovechada por quien viaje en la plaza central trasera, ya que es más pequeña, tiene el respaldo más duro y el túnel de la transmisión se le presentará como una molestia.
El baúl no es de los más generosos: dispone de 340 litros; muchos de sus rivales ofrecen 400 litros o más. Los respaldos traseros se abaten 60/40 para incrementar la capacidad de carga.
Desde el puesto de mando el piloto controla todo a través de un tablero ciento por ciento digital cuyo aspecto cambia (el color pasa de un verde azulado a rojo) según el seteo elegido: Eco o Sport. Tiene grafía y esquemas bien legibles, fáciles de interpretar, aunque el indicador de nivel de combustible tiene escalas luminosas con segmentos muy pronunciados y, por lo tanto, es impreciso. El tacómetro muestra un diseño parecido, pero la escala está más segmentada y permite medir el régimen del motor con mayor precisión. La computadora de a bordo es muy completa.
La pantalla del sistema de info-entretenimiento también es nueva. Es de 10,2 pulgadas, táctil y, ahora, ofrece compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay. Pero lo más interesante aparece en las imágenes que esta pantalla presenta: ofrece la posibilidad de elegir entre varias vistas. Incluso cuenta con una función que, al conectar la luz de giro, muestra la zona hacia la cual vamos a doblar armando una imagen que toma también parte del sector delantero, como si mostrara todo el costado. Muy interesante.
Otro tema digno de destacar es la ubicación del cargador inalámbrico para celulares: está en la consola de la palanca de cambios, -en una zona con aspecto de metal-, y queda justo al alcance de la mano. Recordemos que, en la mayoría de los casos, los cargadores de este tipo están en una posición de acceso incómodo.
Otros cambios
Hasta acá lo mejor del Tiggo 4. Ahora, lo que debe mejorar. Lo primero es que la rueda de repuesto es de uso temporal. Y si bien la rueda de auxilio puede ser un tema menor para algunos usuarios, no debería serlo la seguridad. Este modelo ofrece solo cuatro airbags y no dispone de ADAS; tampoco de retrovisor central foto-cromático. Sí cuenta con discos en las cuatro ruedas, cinco cinturones inerciales, anclajes Isofix, antiniebla trasero (no delanteros), faros full led regulables en altura y los modos de la cámara 360, además de sensores de estacionamiento traseros (no delanteros) pero, por el precio y por el segmento en el que compite, tendría que ofrecer algo más en este rubro.
En cuanto a la mecánica, los ingenieros de Chery apostaron por la tecnología turbo para esta versión, acompañando la tendencia que prevalece en el mercado. Recordemos que aquí estamos analizando la tope de gama, denominada Luxury, pero que hay otras dos, con motor de 1,5 litros normalmente aspirado que entrega 113 CV.
En el caso del motor turbo, la potencia disponible es de 147 CV a 5.500 rpm y 23,5 kgm de par entre las 1.750 y las 4.400 rpm. Tiene distribución variable comandada por cadena e intercooler.
Del mismo modo que los motores de las versiones anteriores, este cuatro cilindros turbo es de origen austríaco, marca Acteco.
Se desenvuelve muy bien, especialmente después de las 2.000 rpm, aunque tiene que lidiar con la caja CVT que, en la unidad de prueba, mostró algunos retardos. A veces es difícil entenderse con este tipo de cajas. Hay un punto en el que se le toma el tiempo, pero eso demanda un proceso. No obstante, por más que logremos adaptarnos a la respuesta de la caja, los parámetros mecánicos no cambian, incluso cuando activamos el modo Sport: solo estira un poco el paso de las marchas.
La tracción es delantera y, aunque algunos se confunden por el nombre del modelo (4 Pro), no hay opción 4 x 4.
Con estas características mecánicas, un peso en orden de marcha de un poco más de 1.400 kg y una carrocería alta con gran superficie frontal, el Tiggo 4 Pro se desempeñó con prestaciones modestas, aunque correctas para un vehículo de uso familiar. Medimos una velocidad máxima de 180,9 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h fue de 10,4 segundos. Alcanzó los mil metros desde partida detenida a los 32,2 segundos, llegando a ese punto con una velocidad de 161,5 km/h.
En cuanto a la elasticidad, marcas estándares: para pasar de 80 a 120 km/h tardó 6,1 segundos. Pero, por el lado del consumo, hubiéramos esperado mejores resultados. Medimos un rendimiento promedio de 11 km/l, condicionado por un consumo urbano elevado de 8,3 km/l.
Por otro lado, tampoco fue de nuestro agrado la respuesta de los frenos. Si bien dispone de cuatro discos, en la pista respondió con largas distancias. La más notoria fue en la prueba de 120 km/h a 0, donde marcó 70,2 m: es mucho.
Las suspensiones absorben correctamente las imperfecciones del piso a pesar de las grandes ruedas de 18 pulgadas y el perfil relativamente bajo.
Lo mismo sucede con la dirección, que respondió muy bien en todas las situaciones en las cuales condujimos este nuevo modelo.
En cuanto al precio
El Chery Tiggo 4 Pro Luxury se vende por 38.381 dólares. Recordemos que las otras dos versiones denominadas Comfort tienen un precio de venta de 26.290 dólares la manual y 33.552 dólares, la automática.
Para decir si aquel precio es elevado o accesible es necesario compararlo con sus rivales, los cuales cada vez son más. Tengamos en cuenta que este modelo está en condiciones de rivalizar tanto con, por ejemplo, un Chevrolet Tracker (7.076.000 el Première), como con los primos de la ex PSA, Citroën C4 Cactus (5.570.000 pesos la opción THP Tiptronic) y Peugeot 2008 (5.839.500 pesos con la misma configuración), el Jeep Renegade (7.500.000 el nuevo T270 AT) y el Renault Duster Outsider 1.3 TCe CVT (cuyo precio publicado al cierre de esta edición era de unos "llamativos" 4.240.300 pesos), por mencionar algunos.
Para considerar como conveniente el precio del Tiggo 4 Pro habrá que tener en cuenta a qué valor se hace la operación de cambio del dólar.
En cuanto a la garantía, el importador ofrece por sus modelos una cobertura muy buena de cinco años o 100.000 kilómetros, de las más amplias de la categoría.
Ficha técnica, prestaciones y equipamiento Chery Tiggo 4 Pro Luxury