Fiat es una de las marcas que se animó, hace más de tres décadas, a vestir con atuendos de fajina a modelos que no tenían nada de aventureros. Una idea que, de alguna manera, fue tomada, luego, por los SUV. Aquel concepto –bautizado Adventure– fue estrenado en el Palio Weekend, para después sumarse en algunos otros modelos que, además de la estética pseudo off-road, sumaban el sistema Locker que permitía bloquear el diferencial delantero en determinadas condiciones.
Básicos:
Velocidad máxima: 181,9 km/h / Potencia: 120 CV / Consumo promedio: 12,7 km/l / Precio: $ 3.705.000
Por eso llama la atención que con este antecedente la casa italiana no haya presentado más unidades que respondan a las condiciones que hoy definen a los SUV. Si hacemos un repaso rápido, podemos encontrar en una hipotética lista al Fiat 500X como único representante de este espacio.
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭): No puede ocultar su conexión con el Argo. Pero algunos detalles destacan su personalidad individual. El despeje es de mucha ayuda.
Confort/Espacio interior (✭✭✭1/2): Amplio de calidad promedio, es confortable para cuatro adultos. La plaza central es pequeña. Baúl aceptable.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭): El pequeño de tres cilindros y un litro responde muy bien. Se afianza con prestaciones correctas, incluido un consumo promedio.
Los más: • Diseño agradable • Respuesta del motor • Equilibrio de suspensiones • Dirección
Instrumental/Equipamiento (✭✭✭): Dispone de una dotación interesante pero, por tratarse de la opción tope de gama, tendría que ser más completa. Rueda de repuesto temporal.
Suspensión/Dirección (✭✭✭✭): Esquemas equilibrados y confortables. Dirección de excelente respuesta.
Transmisión/Caja (✭✭✭1/2): La caja CVT no es de las que más patinan, pero su respuesta es lenta. En la unidad de pruebas producía algunos tironeos en determinadas ocasiones.
Los menos: • Plaza central trasera pequeña • Faltantes de equipamiento • Rueda de repuesto temporal • Tironeos de la caja
Seguridad/Frenos (✭✭✭1/2): Frena bien, aunque no tiene discos en el eje trasero. Cuenta solo con cuatro airbags. Algunas ayudas a la conducción le vendrían muy bien.
Precio/Garantía (✭✭✭✭): Si lo comparamos con su rival más directo, el precio del Pulse es muy bueno. En cuanto a la garantía, hay marcas que ofrecen coberturas más amplias.
De este modo el Pulse adquiere la condición de producto muy importante en la nueva estrategia de la marca italiana. Recordemos que Fiat forma parte del grupo automotor Stellantis, conformado por las compañías de las ex FCA y PSA, las cuales están trabajando en conjunto para crear nuevos modelos y ampliar sus respectivas ofertas aprovechando la sinergia que esta megaempresa automotriz ha generado.
Pero Fiat ha decidido “cortarse sola” con el Pulse, ya que para desarrollarlo no ha tomado ninguno de los modelos de las otras marcas, sino que trabajó sobre al Argo y, a partir de él, creó un nuevo SUV. El resultado es este modelo que llega a nuestro mercado desde Brasil (país donde se fabrica y en el que fue diseñado), y que pretende conquistar el corazón de los entusiastas de los SUV con su propio latido.
Más que un hatch
El parentesco entre el Pulse y el Argo es inocultable; tanto es así que, según cómo lo miremos, el SUV parece un hatchback elevado. Sin embargo, cuando profundizamos en el análisis vemos inmediatamente que esa apreciación es injusta, pero no nos equivocaríamos si lo definimos como un crossover.
Efectivamente, en el diseño del Pulse aparecen muchos puntos de contacto con el Argo. Elementos como, por ejemplo, el parabrisas, la luneta y las puertas, son los mismos en ambos modelos. Pero para el Pulse los diseñadores han creado un sector delantero más imponente, con una parrilla completamente distinta a la del Argo, en la cual radica gran parte de la personalidad del nuevo modelo en base a una equilibrada presencia de elementos cromados y a un capó reformulado.
También estrena el portón del baúl, del mismo modo que se han creado grupos ópticos exclusivos (delanteros full led, antinieblas tipo “cornering” y traseros), y las llantas de aleación que, en esta versión tope de gama Impetus, son de 17 pulgadas.
Como es costumbre entre los SUV compactos, el perímetro inferior del Pulse está recorrido por apliques de plástico de color negro. Ese color es el que aparece en los retrovisores externos (plegables, con repetidor de luz de giro y luz de cortesía), y en el techo, ya que la carrocería es bitono, otra exclusividad de la variante que analizamos en esta nota.
En líneas generales estamos frente a un modelo cuya estética es muy agradable.
En términos de dimensiones, el Pulse es más grande que el Argo: el SUV mide 4.099 mm de largo, 1.774 mm de ancho y 1.547 mm de alto, contra 3.998 mm, 1.724 mm y 1.501 mm del hatch, respectivamente. También han crecido la distancia entre ejes (2.532 mm vs 2.521 mm) y la capacidad del baúl, que en el SUV es de 370 litros, es decir 70 más que en el hatch.
La sensación de “gran” diferencia en las dimensiones que transmite el Pulse surge a partir del despeje de 19 cm, entre 3 y 5 más que en cada versión del Argo.
En cuanto a equipamiento
En el interior, la sensación de hermandad con el Argo se disipa un poco. Los plásticos duros son protagonistas en todo el habitáculo, aunque la calidad de terminaciones y encastres es buena. La posición de manejo es fácil de encontrar gracias a los múltiples ajustes de la columna de dirección (sola la Impetus suma ajuste en profundidad del volante) y la butaca del piloto. Y gracias a una dirección con asistencia eléctrica de excelente respuesta y un esquema de suspensiones muy equilibrado, garantizan confort en la marcha, condición respaldada por butacas y asientos bien mullidos y tapizados con cuerina.
Atrás hay lugar para dos adultos, ya que el espacio libre hasta el techo y el que queda para las piernas es adecuado. La plaza central es ajustada.
En ese habitáculo se destaca especialmente la nueva pantalla “flotante” de 10,1 pulgadas desde la cual se pueden ajustar la mayoría de los equipos y sistemas. Se trata del conocido Uconnect de origen Jeep, compatible con los más populares sistemas operativos de celulares, que suma navegador y ofrece una destacada calidad de imagen cuando hace las veces de monitor para reproducir las tomas de la cámara trasera, dispositivo que, además de funcionar cuando se conecta la marcha atrás, tiene autonomía: se puede activar de forma independiente desde la pantalla.
El Pulse también dispone de controles físicos para algunos sistemas, aunque solo para ajustarlos parcialmente. Por ejemplo, el climatizador (de una zona y sin salidas traseras) se gobierna desde una perilla radial que solo permite ajustar la temperatura y la velocidad del ventilador, presionando sobre ella para elegir qué función modificar. Para seleccionar por dónde sale el aire hay que hacerlo desde la pantalla.
El tablero es ciento por ciento digital (exclusivo del Impetus), y configurable. Ofrece mucha información, incluso sobre algunos parámetros que difícilmente el usuario de uno de estos modelos se interese por conocer. Por ejemplo, puede mostrar porcentaje de entrega de energía, de capacidad del turbo e incidencia de la fuerza g.
En general, las configuraciones para el uso diario muestran un diseño agradable y claro, y solo podemos criticarle que el indicador de nivel de combustible disponga de segmentos luminosos.
Suma cargador inalámbrico para celulares, tomas USB, convencional y tipo C (también para las plazas traseras), pero, curiosamente, no trae salida de 12 V. Tampoco techo solar.
Sí cuenta con acceso y arranque/parada del motor “sin llave”, faros full led (con faros antiniebla delanteros que suman la función de asistente en curvas), cinco cinturones de seguridad inerciales, retrovisor interior fotocromático, anclajes Isofix, sensores de estacionamiento delanteros y traseros, y sistemas de asistencias a la conducción, como control de arranque en pendientes, frenado autónomo de emergencia y alerta de cambio involuntario de carril activo. Pero llama la atención que no aparezca en la lista el sensor de ángulo ciego ni tampoco el control de velocidad crucero adaptativo. Además, dispone de “solo” cuatro airbags: no tiene bolsas de aire del tipo cortina. Y la rueda de repuesto es temporal.
Tres cilindros y turbo
Otra de las grandes novedades que llegan con esta variante tope de gama del Pulse es el motor. La versión Impetus estrena un propulsor naftero de tres cilindros y un litro de desplazamiento asistido por un turbocompresor que entrega 120 CV de potencia y 20,4 kgm de torque, y que trabaja conectado con una caja de variador continuo (CVT) que lleva el par a las ruedas delanteras.
Como todo motor de tres cilindros, se caracteriza por el típico ronroneo y esa tendencia a trepidar en ralentí, pero es ágil y responde de inmediato a las exigencias del acelerador, aunque la caja (que no patina tanto como otras de su tipo) limita parcialmente su accionar.
Esa transmisión (por lo menos en la unidad de prueba) mostró algunas curiosidades. Como decimos más arriba, no patinaba tanto como las clásicas CVT, pero lo más llamativo es que, especialmente circulando en ciudad, en el momento de realizar el cambio de marcha (virtual, claro) provocaba ciertos tironeos bastante molestos. Incluso en algunos momentos notamos que el motor seguía incrementando el régimen durante unos a pesar de que ya habíamos dejado de pisar el acelerador.
La selectora dispone de una posición para pasar los cambios de forma secuencial, ya sea a través de la palanca o de las levas que aparecen detrás del volante, aro en el cual también hay una tecla en la que se lee “Sport” que, además de cambiar la serigrafía del tablero, modifica algunos parámetros para generar una conducción más deportiva.
Así, este equipo le permite al Pulse desarrollar prestaciones más que correctas para un modelo de su tipo: la velocidad máxima que alcanzamos con nuestra unidad fue de 181,9 km/h, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h fue de 9,8 segundos, valores destacados para un vehículo que, si bien es relativamente liviano (el peso en orden de marcha es de 1.234 kg) es alto y trabaja con una caja cuya gestión está más orientada a bajar el consumo.
Y si hablamos de gasto de combustible, el criterio es el mismo: el rendimiento promedio que logramos en nuestras pruebas fue de 12,7 km/h.
También frenó correctamente, recorriendo 40,7 metros para detenerse por completo desde 100 km/h, una buena medida a pesar de que cuenta con tambores en el eje posterior.
Hay para competir
Para el lanzamiento del Pulse, Fiat propone una oferta conformada por tres versiones, dos de las cuales se denominan Drive, equipadas con el conocido motor 1.3 de 99 CV, una con caja manual de cinco velocidades (3.310.000 pesos) y otra con transmisión CVT (3.510.000 pesos), ambas con una dotación de equipamiento más austera que la tope de gama Impetus que analizamos en este artículo y cuyo precio de venta, según la lista oficial al cierre de esta edición, era de 3.705.000 pesos.
En cuanto a los competidores, como sucede con muchos otros modelos, a primera vista podría parecer que este nuevo Fiat llega para rivalizar con muchos contendientes pero, cuando ajustamos la búsqueda considerando sus características técnicas, plataforma y equipamiento, vemos que no son tantos.
El que mejor calza en esta descripción es el Volkswagen Nivus 200 TSI, puesto que del mismo modo que el Pulse, su diseño se ajusta más al criterio que muestran las siluetas denominadas crossover: son más parecidas a un auto. Además, el VW, al igual que el Fiat, emplea motor turbo de un litro (116 CV) y caja automática (convertidor de par), aunque el producto de la casa alemana, en la versión tope de gama Highline, dispone de un equipamiento más amplio que el de la italiana, incluyendo, entre otros elementos, control de velocidad crucero adaptativo, salidas de aire para las plazas traseras, detector de fatiga para el conductor y seis airbags, y cuenta con un baúl más amplio (415 litros). Pero el Nivus tiene un precio de lista muy superior al del Fiat: 5.580.550 pesos...
Por supuesto, también es válido ampliar la búsqueda y considerar otros modelos tales como, por ejemplo, el Ford Ecosport y hasta el Peugeot 2008, es decir, el amplísimo abanico de los SUV compactos.
Si hablamos de garantía, Fiat ofrece por el Pulse una cobertura de tres años o cien mil kilómetros, un plazo que es bueno pero que se está empezando a quedar corto frente a otras compañías.
El nuevo modelo de Fiat es una buena noticia para el mercado y una suerte de cuenta saldada para la marca italiana. Tal vez por eso eligieron su nombre: con el Pulse llega nueva vida al segmento más competitivo del mercado.
Ficha técnica y prestaciones del Fiat Pulse Impetus