https://twitter.com/cortinale
https://www.instagram.com/alescortina/El espacio dentro de un automóvil puede resultar el motivo excluyente en la elección de un modelo en particular, sobre todo para aquellas familias que sobrepasan los cinco
integrantes. En el mercado local son pocas las opciones que pueden satisfacer esta demanda, en la que habitualmente aparecen como principal objetivo los SUV.
Básicos:
Velocidad máxima: 192,7 km/h / Potencia: 202 CV / Consumo promedio: 15,4 km/l / Precio: u$s 78.000
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭1/2): Arriesgada propuesta estética para una van. La aislación acústica también es destacable.
Confort/Espacio interior (✭✭✭✭): Seis plazas de mucha comodidad, las otras son aptas para niños o una eventualidad. Adecuada modularidad.
Los más: Diseño/Calidad general • Prestaciones • Equipamiento.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭1/2): Notoria mejora respecto de su antecesor. Buenas prestaciones; sobre todo, el rendimiento del motor.
Instrumental/Equipamiento (✭✭✭✭): Completa dotación, aunque no dispone de GPS integrado. El instrumental es claro y muy completo.
Suspensión/Dirección (✭✭✭✭): Confortable esquema para la ciudad y estable en ruta. La dirección es suave y tiene buen radio de giro.
Los menos: Auxilio temporal/Operatoria • Plazas traseras de acceso incómodo; las de la cuarta fila, muy pequeñas • Precio.
Transmisión/Caja (✭✭✭1/2): Responde correctamente y tiene levas detrás del volante.
Seguridad/Frenos (✭✭✭✭): La dotación mejoró significativamente, con el agregado de ADAS. Respuesta adecuada en la pista.
Precio/Garantía (✭✭1/2): No es un vehículo accesible pese a no tributar impuestos internos. La garantía es de las mejores.
Desde Kia no desconocen esta tendencia, y es por ello que la nueva generación del Carnival sufrió un cambio de aspecto rotundo al que la propia automotriz bautizó como “Grand Utility Vehicle”.
Si bien sigue siendo una van mediana con capacidad para 11 pasajeros (ponderada también para uso ejecutivo), ahora presenta una atractiva propuesta estilística para llamar la atención de los habituales consumidores de Sport Utility. Manejamos la única variante de este modelo que llega a nuestro mercado.
De la anterior, sólo el nombre
Si hay algo que ponderar de la industria automotriz surcoreana es su constante evolución, fundamentalmente en términos de diseño y calidad. Y la nueva generación del Kia Carnival es un ejemplo de ello.
En este caso, la marca asiática supo transformar la habitualmente insulsa apariencia de una van (cuyo formato de carrocería remite siempre a la figura de un “pan lactal”), en un futurista envoltorio con ciertos guiños de deportividad.
La atractiva parrilla frontal con entramados cromados tridimensionales y los futuristas faros de led son la carta de presentación de este imponente vehículo que mide 5,15 metros de largo y ofrece una distancia entre ejes superior a tres metros.
Eso, sumado al generoso despeje de la carrocería (17,2 cm), el corte abrupto del parabrisas, las barras sobre el techo, los eleva- dos voladizos traseros y el singular aplique metálico sobre el parante C, inducen a pensar que se trata de un SUV.
Con una excelente aislación acústica, puertas adentro también se percibe un vehículo totalmente nuevo, sobre todo por su propuesta tecnológica: tanto el tablero de instrumentos (ciento por ciento digital) como la pantalla táctil del sistema multimedia forman parte de una sola pieza que recorre gran parte del panel frontal, tal como ocurre en los Mercedes-Benz de última generación.
Ambos instrumentos (de 12,3”) ofrecen gran nitidez, sobre todo la cámara de marcha atrás, que dispone de varios tipos de vista.
Pero, sin dudas, uno de los “chiches” de este modelo es el sistema de visión trasera dinámico. Cada vez que se activa una luz de giro, los cuadrantes del instrumental se convierten en pantallas que reflejan todo lo que captan las cámaras montadas debajo de los espejos laterales (que de por sí son grandes): un elemento muy útil para monitorear los alrededores de un vehículo tan largo como el Carnival.
La posición de manejo ideal se encuentra con mucha facilidad dada la doble regulación del volante y los diversos ajustes eléctricos de las butacas delanteras (la del conductor con memorias), que además disponen de climatización y refrigeración. Sin embargo, a nuestro entender los asientos son un tanto duros y no del todo anatómicos.
Además de incorporar un cargador inductivo para teléfonos celulares y varias tomas USB en la parte delantera, otra novedad es la nueva selectora de cambios: se reemplazó el clásico pomo por un comando giratorio, muy similar al de varios modelos de Ford. Asimismo, cuenta con levas en el volante para agilizar el paso de marchas.
¿Entran once?
La respuesta es: a medias. Si bien, como dijimos, esta versión del Kia Carnival ofrece una configuración de 11 plazas (2+3+3+3) que le permite ser homologado como Vehículo Comercial Liviano Categoría M2 (y, en consecuencia, quedar exento de los impuestos internos, como las pick-ups), lo cierto es que no todos los ocupantes viajarán con la misma comodidad y seguridad.
Queda claro que la utilización de algunas plazas está orientada a una eventualidad y no para trayectos de larga duración. Empecemos de atrás hacia adelante.
La última fila se repliega desde abajo del piso del baúl y al hacerlo se anula por completo la capacidad de carga de este volumen. Es por supuesto la más pequeña de todas y a la que es más incómodo acceder.
Cuenta con tres apoyacabezas pero solo dos cinturones inerciales de tres puntos (el del medio es abdominal). Además de haber poco espacio para las piernas (solo cabrían niños), los respaldos quedan al ras de la luneta trasera, situación que se torna más que peligrosa si otro vehículo impactara desde atrás.
La tercera fila ya ofrece butacas más ergonómicas y algunos elementos de confort como posavasos, cortinas tipo black-out (también en la segunda fila), y tomas USB. Sin embargo, la altura hasta el techo es un tanto baja y la plaza central (abatible y convertible en mesa), no dispone de apoyacabezas y ofrece cinturón de seguridad abdominal.
La misma situación se da en la segunda fila, aunque aquí la altura es más generosa, las butacas son más amplias y además tienen apoyabrazos, comando digital para la climatización, tomas USB y botones para abrir las puertas laterales de manera automática, comandos que también se replican en el puesto de conducción para operar todo desde allí, además del baúl.
Por otra parte, este modelo ofrece dos techos solares: uno exclusivo para las plazas delanteras y otro un poco más panorámico que comparten la segunda y la tercera filas de asientos.
Por último, dos curiosidades. Una tiene que ver con la regulación eléctrica extra ubicada al costado de la butaca del acompañante, muy útil para que el conductor pueda desplazar ese asiento hacia adelante y facilitar el ingreso de los pasajeros de atrás si es necesario.
La otra es que este modelo cuenta con rueda de auxilio temporal a la que no es tan sencillo acceder: está colgada del chasis –a la altura de la butaca del acompañante–, y para quitarla es necesario manipular mediante una herramienta un mecanismo ubicado en el piso, tras retirar una tapita plástica bastante dura de remover.
El poder del Diesel
Bajo el capó, el Carnival se sirve de una conocida fórmula utilizada por varios modelos del Grupo Kia-Hyundai. Hablamos del 2.2 turbodiésel (Euro 5), cuya potencia aumentó levemente de 197 a 202 CV y ahora se combina con una transmisión automática de ocho velocidades (antes de seis marchas), que envía toda la fuerza al tren delantero: otro cambio respecto de su antecesor es que ahora tiene correa de distribución y no cadena.
Sin dudas, un conjunto mecánico muy confiable que hace gala de sus 45 kgm de torque (disponibles entre 1.750 y 2.750 rpm), para mover con solvencia los más de 2.100 kilos de la carrocería.
Nuestras mediciones en pista hablan por sí solas. El Kia Carnival puede acelerar de “cero a cien” en 10,2 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 192,7 km/h, mientras que el valor de recuperación de 80 a 120 km/h –que da una idea de su capacidad para realizar un sobre- paso en ruta– es de 7,2 s segundos: prestaciones dignas de un Sport Utility.
Desde Kia argumentan que el nuevo motor redujo significativamente su peso gracias a la implementación de aluminio para construir los bloques de los cilindros (antes de hierro). Eso, sumado a que la nueva transmisión agregó dos marchas y responde de manera eficaz, le permiten al motor viajar más relajado (a 130 km/h gira a 2.200 rpm) y, en consecuencia, ser más eficiente.
Por eso destacamos el rendimiento urbano de este Carnival, de 10,1 km/l que, combinado con los 20,3 km/l a 90 km/h y 15,8 km/l a 120 km/h, arrojan un extraordinario promedio de 15,4 kilómetros por cada litro de combustible (Diesel Premium). Si tenemos en cuenta que la capacidad de carga del tanque es de 72 litros, la autonomía supera los ¡1.100 kilómetros!.
Pero allí no terminan las virtudes de la van de Kia. Su confort de marcha está garantizado por las suspensiones independientes en ambos ejes (multilink atrás), que ahora cuentan con brazos más largos. Además, el rodado 17 con neumáticos de buen talón (en medida 235/65) permiten circular por empedrados sin lamentar asperezas de la banda de rodamiento.
Pese a ser un vehículo de gran porte y no tener pretensiones deportivas, dinámicamente se lo advierte muy firme en la ruta. La respuesta de los frenos es lógica para su tamaño: para detenerse por completo desde los 100 km/h requirió 55,2 metros, sin perder la línea.
Casi en soledad
A la espera del lanzamiento de la nueva Hyundai Staria en la Argentina (sucesora de la H1, con opciones de 7 y 11 asientos) previsto para este año, la única rival directa de la Carnival es la Toyota Hiace Wagon, por ahora importada pero en estudio para ser fabricada en Zárate, cuyo precio es de 57.700 dólares.
En ese escenario, el modelo de Kia (78.000 dólares) resulta sustancialmente más caro que el de Toyota, aunque vale aclarar que la van de la marca nipona está construida sobre un chasis de larguero, equipa un motor turbodiésel 2.8 de 163 CV, dispone de 10 plazas y tiene un marcado perfil ejecutivo.
En un escalón menor podemos establecer como “contrincantes” a determinados SUV con capacidad para 7 pasajeros, caso los Jeep Commander, Toyota SW4 o Chevrolet Trailblazer, aunque tenerlos en cuenta o no dependerá de las necesidades “habitacionales” de cada cliente.
Pero centrándonos en el Carnival, debemos reconocer que el salto tecnológico y de equipamiento se advierte en cada rincón de esta nueva generación. La dotación de confort es realmente muy completa (ver ficha técnica), y a lo desarrollado anteriormente debemos sumarle el apartado de seguridad.
Esta única variante que se comercializa en nuestro mercado, denominada SX, ofrece siete airbags, control de tracción y estabilidad, ABS con EBD, anclajes Isofix, cierre de puertas en rodaje y cámara 360º con sensores de estacionamiento, además del interesante paquete de asistencias a la conducción denominado Drive Wise, que incluye frenado autónomo de emergencia, sistema de mantenimiento de carril, sensor de punto ciego, alerta de fatiga, alerta de tráfico cruzado y control de crucero adaptativo con “Stop and Go”.
Más allá de tratarse de un producto de nicho y tener un precio elevado, esta generación de Kia Carnival 2022 tiene argumentos de sobra para tentar a clientes de otros segmentos. Un vehículo ideal para salir a la ruta y no parar de hacerle kilómetros.
Conocé el equipamiento completo y prestaciones de la nueva Kia Carnival en la ficha técnica para descargar:
