Cuando Renault lanzó en 2016 la por entonces desconocida camioneta derivada del Duster (que actualmente llega a nuestro país desde Colombia), nadie imaginaba el auge que tendrían años después en nuestra región este tipo de vehículos.
Básicos:
Velocidad máxima: 193,5 km/h / Potencia: 163 CV / Consumo promedio: 11,9 km/l / Precio: $ 7.476.800.
Diseño/Aerodinámica (✭✭✭): Cambios suficientes para actualizarse, aunque sin demasiadas estridencias. Aislación acústica de habitáculo mejorable.
Confort/Espacio interior (✭✭✭1/2): Habitáculo amplio y mejor calidad general, aunque la cantidad de portaobjetos es acotada.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭): Destacada respuesta del nuevo motor. El consumo urbano es algo elevado.
Los más: Mejora de calidad • Confort / Suspensiones • Prestaciones • Solidez sistema 4x4.
Instrumental/Equipamiento (✭✭✭): Si bien se ha modernizado sustancialmente, el nivel de equipamiento de confort no descolla.
Suspensión/Dirección (✭✭✭✭): Agradable respuesta de ambos ejes y solidez de la carrocería. El tacto de la dirección mejoró, aunque su asistencia no es ciento por ciento eléctrica.
Transmisión/Caja (✭✭✭1/2): Bien relacionada y con recorridos cortos, el tacto de la selectora se advierte suave.
Los menos: Consumo urbano • Insonorización interior • Precio • Faltantes de confort y seguridad.
Seguridad/Frenos (✭✭✭): Cuenta saldada con la incorporación del ESP, pero solo dispone de doble airbag. Los frenos respondieron bien, pese a contar con tambores en el eje trasero.
Precio/Garantía (✭✭✭): El valor de lista es elevado teniendo en cuenta el nivel de equipamiento para una versión tope de gama, más allá de contar con tracción 4x4. La garantía es adecuada pero hay mejores en su segmento.
Esta iniciativa, que dio el puntapié a la creación de un nuevo segmento, unificó la practicidad de un vehículo cómodo para el trabajo de cargas livianas en un ámbito urbano con la versatilidad para el uso familiar o de ocio: en Brasil, este tipo de pick-ups son muy utilizadas para transportar motos, jet-ski o kayaks.
En su momento, Renault entendió que para introducir este modelo debía valerse de un nombre conocido para que el cliente entendiera de qué se trataba este desarrollo. Sin embargo, la propia maduración del producto durante su primer ciclo de vida impulsó a la marca a desprenderle el rótulo que la hermanaba con el SUV, para que a partir de esta nueva generación se denomine Oroch a secas.
Con cambios estéticos, ajustes en la plataforma y el estreno de un inédito motor, evaluamos la versión tope de gama Outsider, la única de la familia con tracción 4x4.
¿Bastarán los cambios?
El asedio que supone tener la Oroch es inevitable: cada vez son más las automotrices que ven con buenos ojos poner un pie en este segmento. Y para no perder vigencia, Renault es consciente de que debe tener a su “caballito de batalla” siempre a la moda.
Es por eso que, en líneas generales, los cambios estéticos de la Oroch son similares a los que se vieron en la nueva generación del Duster, aunque en este caso desde la marca del rombo se ocuparon de darle una impronta diferente en algunos aspectos, manteniendo prácticamente las mismas dimensiones de su antecesora.
Al menos en esta versión Outsider, eso se advierte en el diseño de los cromados de la parrilla frontal y en el formato y la ubicación de las luces sobre los paragolpes. Las ópticas delanteras son idénticas a las del Duster pero, llamativamente, no ofrecen tecnología led como sí ocurre con algunas versiones del SUV. Un cambio notorio es el de las llantas (muy parecidas a las de la pick-up Alaskan), y la nueva barra de San Antonio, que le aportan mayor personalidad.
También se reformularon los apliques plásticos de los pasarruedas y los calcos de la carrocería, mientras que los faros traseros están ahora oscurecidos. Tratándose de una versión “off-road”, es curioso que Renault haya prescindido de agregarle los apliques plásticos en las puertas o en el parante delantero la insignia 4WD, presentes en el Duster.
Pero los cambios más significativos de la nueva Oroch se produjeron puertas adentro. Allí se reformuló por completo su panel de a bordo y, del mismo modo que en la nueva Duster, ofrece materiales y terminaciones que presumen mejor calidad que en el modelo anterior.
El volante es más agradable al tacto y las salidas de aire acondicionado son más refinadas, al igual que los modernos comandos de la climatización, ahora digitales. A diferencia del SUV, la pantalla multimedia de la Oroch está ubicada en una posición más práctica, por encima del panel de a bordo, aunque dispone de menos funciones: la más llamativa es la de información 4x4 en tiempo real, con brújula e inclinómetro.
El tablero de instrumentos es, en este caso, idéntico al del Captur: a pesar de aparentar ser más moderno, queda en desventaja porque la información de la computadora de a bordo es básica y anticuado su display digital.
Encontrar la posición de manejo adecuada dependerá mucho de la contextura física del conductor: el volante solo se regula en altura y, si bien la butaca ofrece buena sujeción en el cojín y parte del respaldo, en el extremo superior es muy estrecha.
El habitáculo propone un espacio amplio y razonable para que cuatro pasajeros viajen con comodidad, con la salvedad de que los respaldos traseros son un poco rectos y, de haber un quinto ocupante en la plaza central, el túnel de la transmisión podría incomodarlo.
Cabe destacar que en este sector no hay portaobjetos en los paneles de las puertas y tampoco salidas del aire acondicionado o puerto USB; solo una toma de 12 V con un apoyavaso.
Pese a las mencionadas mejoras de la calidad general, un aspecto importante que sigue sin convencernos es la insonorización: en la unidad de prueba notamos, a partir de un silbido agudo, que el viento comenzaba a filtrarse por las puertas delanteras a partir de los 100 km/h (de manera más pronunciada a medida que se incrementaba la velocidad), llegando a ser por momentos bastante molesto.
Por último, destacamos que el volumen de carga de la caja es muy apropiado (683 litros). Este espacio dispone de protector interno de plástico, ocho ganchos se sujeción y lona marina.
¡Chau, dos litros!
Al margen de lo estético, es innegable que el cambio más importante de la Oroch es su motor. Si bien la opción de entrada de gama mantiene el histórico 1.6 de 115 CV, las variantes más equipadas se sirven del nuevo 1.3 turbo TCe de 163 CV de potencia estrenado hace un tiempo por el Duster, en reemplazo del 2.0 “aspirado” de 143 caballos.
Un dato curioso es que, debido a su calibración, en el SUV de origen colombiano la potencia es de 155 caballos, pero desde la marca del rombo indican que próximamente alcanzará el mismo valor de la pick-up.
Para contextualizar de qué se trata el cambio bajo el capó, es pertinente destacar que este nuevo impulsor naftero de cuatro cilindros fue desarrollado por Mercedes-Benz: en nuestro país lo utiliza el Clase A (hatchback y sedán), y a nivel mundial cada vez son más los modelos de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi que lo ofrecen.
En el caso de la Oroch Outsider, los 27,5 kgm de torque (disponibles a 1.800 rpm) son administrados por una caja manual de seis velocidades, de relaciones cortas y recorridos suaves, que lo convierten en un vehículo con bastante carácter.
Acelera de 0 a 100 km/h en 10 segundos y alcanza una velocidad máxima de 193,5 km/h, prestaciones muy interesantes para una camioneta que pesa 1.424 kilogramos y cuenta con tracción integral.
La nota de consumo es correcta, aunque se ubica por debajo del Duster: indudablemente, el tipo de carrocería juega a favor del Sport Utility, que ofrece menos resistencia al viento, entre otras cosas gracias a la mayor inclinación del parabrisas.
En este rubro, las mejores marcas fueron registradas en ruta (15,2 km/l a 90 km/h y 11,0 km/l a 120 km/h), compensando así el rendimiento en ciudad, que se mostró algo elevado (9,5 km/l), para redondear 11,9 km/l de promedio.
Al volante de la nueva Renault Oroch
Disponer de un esquema de suspensiones bien mullidas es garantía de un agradable confort de marcha, reforzado en este caso por suspensiones independientes “multibrazo” en el tren trasero.
El despeje de la carrocería de la Oroch (21,2 cm) también se agradece en el día a día para transitar por calles dañadas o sortear badenes o lomos de burro. Esta característica puede catalogarlo como un vehículo “blando” al salir a la ruta.
Y si bien es cierto que el tren trasero no acompaña demasiado en movimientos muy bruscos, la estabilidad está garantizada por las trochas anchas y el ESP, que interviene inmediatamente para corregir la trayectoria en situaciones límite.
Durante nuestras pruebas los frenos respondieron correctamente, sin mostrar marcados vicios: para detenerse por completo desde 100 km/h necesitó 43,2 metros, marca que seguramente sería mejor si contara con discos traseros.
Una evolución respecto de su antecesora es que la dirección mutó de hidráulica a electro-hidráulica. Es bastante más agradable para maniobrar en espacios reducidos, aunque no llega a ser de las más placenteras del segmento, donde se dispone de asistencia completamente eléctrica.
Sello de confianza
Como reza el dicho popular futbolero, “equipo que gana no se toca”. Y esa es la premisa de Renault con la Oroch, manteniendo el confiable sistema de tracción 4x4 de origen Nissan denominado “All Mode” desde su génesis.
Se opera de manera muy sencilla a través de una “ruedita” ubicada junto a la selectora de cambios, que permite escoger entre tres modos diferentes de tracción: 2WD, Auto y Lock (on-off).
El primero es el tradicional, que tracciona las ruedas delanteras, y el segundo reparte la fuerza de manera inteligente, facilitando el desempeño del vehículo en aquellas superficies donde haya poca adherencia: si alguna de las ruedas delanteras patina, la fuerza remanente se acopla automáticamente al eje trasero.
Pero lo más interesante de la Renault Oroch es que mediante la función AWD Lock se puede bloquear el diferencial central para repartir la fuerza 50 y 50 en ambos ejes, siempre y cuando se circule a bajas velocidades.
Este sistema se desconecta al sobrepasar los 40 km/h y puede resultar una herramienta muy interesante para quienes busquen un poco más de aventura, lógicamente sin llegar a lo extremo.
Los ángulos de ataque y salida de la carrocería de la Oroch no son tan destacables como los del Duster (27,6º y 22,4º en el primero y 30º y 34,5º, respectivamente, en el segundo), pero mantiene los protectores metálicos debajo del cárter, defensa que otorga mayor tranquilidad en el uso off-road.
Por otra parte, la nueva Renault Oroch incorporó asistente de arranque en pendiente (HSA), pero a diferencia de su hermano SUV, no sumó control de descenso (HDC).
Renault Oroch Outsider: precio y equipamiento
Dentro de la renovación de la Renault Oroch, la noticia más importante es que –tal como indica la nueva ley–, todas sus versiones incorporan control de tracción y estabilidad de serie. También se sirve de frenos ABS y distribución electrónica de frenado, pero sigue siendo básica la protección pasiva de los pasajeros: solo cuenta con dos airbags delanteros.
En este apartado tampoco aparecen asistencias a la conducción, tal como ocurre en algunas versiones de la Duster e incluso en potenciales rivales de la Oroch.
Entre los “amenities” de la renovada pick-up del rombo se destacan el limitador de velocidad y Cruise Control, retrovisores externos eléctricos (muy pequeños), levantavidrios eléctricos impulsionales (delanteros y traseros), nuevo sistema multimedia con pantalla táctil de 8'' y conectividad inálambrica para Android Auto y Apple CarPlay, además de sensor de estacionamiento trasero, cámara de retroceso, climatizador automático y encendido automático de luces.
La gama Oroch se compone de tres versiones: Emotion 1.6 2WD ($ 5.814.000), Iconic 1.3 2WD CVT ($ 7.300.200), y la utilizada para esta nota, Outsider 1.3 4WD, cuyo precio de lista asciende a 7.476.800 pesos: estos valores correrán durante todo el mes de septiembre.
¿Cómo la posiciona este valor frente a la competencia? Todo dependerá del cristal con que se analice: técnicamente no hay una versión de sus rivales que cuadre con esta opción del rombo por motor, tracción y caja.
De todos modos, Oroch ya no resulta tan económica como antes si analizamos los valores de la “competencia”. Por ejemplo, la Ford Maverick oriunda de México y con una calidad de manufactura superior, se ofrece con motor turbo 2.0 de 253 CV: la versión 4x2 cuesta 6.144.000 pesos, y la 4x4, 8.111.000 pesos.
En tanto, la gama Fiat Toro comprende tres mecánicas, dos nafteras y una turbodiésel, siendo esta última la única en disponer de tracción integral, con valores que van desde 5.258.000 hasta 8.270.000 pesos.
Hay que aclarar que al cierre de esta nota, tanto Fiat como Ford no habían comunicado los precios de lista para el mes de septiembre, valores que seguramente sufrirán un incremento al actualizarse nuevamente la escala de los impuestos internos. La garantía de Oroch es adecuada, pero en este segmento Fiat ofrece la mejor cobertura con cinco años o 100 mil kilómetros.
Conocé el equipamiento completo de la Renault Oroch Outsider 4x4 y todas sus prestaciones en la ficha técnica para descargar: