Entre dos mundos: Probamos la Chevrolet Montana

La nueva camioneta de la marca americana llega para competir en un segmento en franco ascenso. Sobre la base del Tracker, ofrece algunas soluciones que le otorgan versatilidad, a las que se suma capacidad de carga. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

No les voy a mentir si les digo que para encarar esta nota sobrevoló por mis neuronas la idea de utilizar aquel programa de TV de Disney en el que una jovensísima Miley Cyrus encarnaba a una preadolescente con una doble vida: la que durante el día enfrentaba las típicas vivencias de una joven “común”, se transformaba en una estrella del pop, Hannah Montana. ¿Dónde aparece la vinculación con la nueva camioneta de Chevrolet? En que en la serie se unía “lo mejor de dos mundos”. En este modelo, el criterio de comunicación elegido por la casa de Detroit avanza en ese sentido. Queda claro que el “apellido” es apenas una coincidencia.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Básicos:
Velocidad máxima: 184,7 km/h / Potencia: 132 CV / Consumo promedio: 12,3 km/l / Precio: $ 12.449.900

Diseño/Aerodinámica (✭✭✭✭): Agradable, simple, toma el patrón del Tracker. Despeje adecuado y buena respuesta frente al viento.
Confort/Espacio interior (✭✭✭ y 1/2): Calidad promedio. Muy buena posición de manejo. Sector posterior muy ajustado.
Motor/Prestaciones (✭✭✭✭): Prestaciones destacadas, pero el consumo urbano es muy elevado.

Los más: Posición de manejo • Respuesta motor/caja • Prestaciones • Dirección.

Equipamiento/Instrumental (✭✭✭ y 1/2): Podría ser mejor. Tablero mixto con nivel de combustible impreciso y sin indicador de temperatura del refrigerante.
Suspensiones/Dirección (✭✭✭✭): Tiende al confort de marcha, pero el eje trasero genera algunos rebotes molestos. Dirección muy buena.
Transmisión/Caja (✭✭✭): La caja responde bien, pero no ofrece levas en el volante. El comando para pasar los cambios en forma secuencial está mal ubicado.

Los menos: Consumo en ciudad • Plazas traseras ajustadas • Faltantes de equipamiento • Rebotes eje trasero.

Seguridad/Frenos (✭✭✭ y 1/2): Frena bien, pero cuando lo hacemos a velocidades superiores a los 100 km/h tiende a cruzarse. El equipamiento en este rubro tendría que ser más amplio.
Precio/Garantía (✭✭✭): Se ubica entre sus rivales. La garantía es de 3 años, pero hay más amplias.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Efectivamente, la nueva Chevrolet Montana se presenta como un modelo que une las virtudes de un SUV con las de una pick-up, afirmación que puede ser muy apreciada por determinados usuarios que pretenden adquirir un vehículo con las facilidades y el equipamiento de un Sport Utility y el espacio y la capacidad de carga de una camioneta.

Claro que presentar un modelo de este tipo es un desafío para la marca americana, ya que tendrá que competir con productos afianzados en este creciente segmento de las pick-up compactas. 

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Nuevo comienzo

El nombre Montana forma parte de la cartera de Chevrolet desde hace tiempo. Se aplicó por primera vez en 2003, también en una camioneta; en aquel caso, una subcompacta creada sobre la plataforma del Corsa. Posteriormente se mantuvo en ese segmento con la pick-up derivada del Agile, unidad que tuvo su época de participación en nuestra región entre 2010 y 2021.

Por tratarse de un segmento con presencia limitada en el mercado general (por lo menos en nuestro país), Montana no fue un “nombre fuerte”, pero eso ahora va a cambiar. Más allá de la aceptación del nuevo producto de Chevrolet, el hecho de competir en un segmento en pleno crecimiento pone a esta camioneta en un lugar más encumbrado que aquellas que ya utilizaron este nombre.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Para afianzar esa jerarquía, los ingenieros de la marca americana apelaron a los elementos que tenían disponibles, los cuales, además, les están dando resultados satisfactorios. Tomaron la plataforma GEM, la misma que le da vida al SUV Tracker, y sobre ella instalaron una carrocería de cabina doble con caja de carga para lograr esa dualidad de uso que pretendían.

El estilo toma también rasgos del SUV, pero obviamente es más larga, ancha y alta que aquel, al tiempo que también se incrementó la distancia entre ejes. Esas características dibujan una silueta de diseño simple pero agradable, que en la unidad de prueba se beneficiaba con la incorporación de algunos de los elementos que conforman la larga lista de opcionales.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Por supuesto, también se advierte una impronta personal en el diseño del Montana. Aunque la imagen que entrega el sector frontal del vehículo puede suponer cierta similitud con el Tracker, ese efecto desaparece inmediatamente cuando nos enfocamos en los grupos ópticos, el trazo de la  cabina (mucho más recto) y, obviamente, la caja.

El perímetro se completa con las llantas de aleación de 17 pulgadas y las barras de techo y de San Antonio (negra en este caso) en la caja de carga, sector cuyo portón está amortiguado. Además, esa compuerta muestra un trazo particular que une a los grupos ópticos, diseño muy similar al que se advierte en, por ejemplo, modelos de Ford.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Esta unidad estaba personalizada con elementos opcionales, tales como, por ejemplo, estribos, viseras en las ventanillas y un cobertor plegable de accionamiento eléctrico en la zona de carga.  

El despeje no es muy pronunciado, pero los ángulos de ataque y salida favorecen el desempeño en terrenos deteriorados, aunque esto no aplica para el off-road: recordemos que Chevrolet anunció que no habrá versiones 4x4 de esta pick-up.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Internamente

También es el Tracker el patrón que utilizaron los ingenieros de General Motors para diseñar el habitáculo de la nueva Montana. 

En términos de materiales y terminaciones no hay diferencias entre ambos modelos. En esta versión, los tapizados son de símil cuero en un ambiente dominado por plásticos duros.

Si buscamos diferencias, vemos que las mayores aparecen en, por ejemplo, el diseño de los paneles de las puertas y, especialmente, en la ubicación de la central multimedia: la pantalla de 8 pulgadas deja la posición “flotante” sobre el torpedo para conectarse con el tablero, por lo cual ahora está ubicada más abajo. Aquí vale aclarar que no se trata de un sistema similar al MBUX de Mercedes-Benz (tablero y pantalla ciento por ciento digitales), sino que, aunque ambos elementos se unen, siguen conservando su independencia: la pantalla táctil que gobierna el sistema MyLink 3 está orientada hacia el conductor, mientras que el tablero de instrumentos –el mismo que emplea el Tracker– es analógico, con indicador de nivel de combustible de segmentos luminosos (impreciso) y sin termómetro para el refrigerante del motor. 

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

También son los mismos el volante (multifunción), y todo lo que tiene que ver con la consola central, incluyendo los comandos (y las toberas) del aire acondicionado, las teclas que aparecen sobre estos y la selectora.

También son iguales las butacas. La del conductor se ajusta en altura y se complementa con la regulación doble de la columna de dirección para ofrecer una destacada posición de manejo.

En las plazas traseras también se repiten las características del Tracker: de hecho, según nuestras mediciones, el espacio disponible para quienes viajen en ese sector es exactamente igual. Eso quiere decir que hay espacio para dos adultos, pero la habitabilidad se verá afectada si se tratara de personas de contextura mediana/grande. El asiento central es apto sólo para niños.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Con opcionales

A esta altura me resulta aburrido volver a mencionar al Tracker, pero para referirme al equipamiento de la Montana, el SUV es la referencia obligada. 

Sin embargo, la unidad de prueba estaba personalizada con varios de los opcionales disponibles, muchos de los cuales son únicos en su segmento. Tal vez el más destacado sea la tapa rígida eléctrica, que se despliega desde un comando remoto y logra darle cierta calidad de hermetismo a la caja de carga. De esa manera, este espacio se transforma en un gran baúl con un volumen de 874 litros.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Destaquemos aquí que Chevrolet pone especial foco en esta cualidad, a la que complementa con elementos específicos como el sistema Multiflex para organizar el espacio de carga. Nuestra unidad contaba con una bandeja organizadora, además de luces led, tomas USB A y C, y de 12 V en ese sector.

Pero en lo que hace a la dotación de serie, y por tratarse de un modelo nuevo y tan promocionado, hubiéramos esperado un poquito más.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Por ejemplo, el climatizador es de una zona y no ofrece salidas para las plazas traseras, el cinturón de seguridad del acompañante no se regula en altura, no ofrece techo solar (tampoco como opcional), y en materia de seguridad cuenta sólo con uno de los sistemas que califican entre los denominados ADAS (asistencias a la conducción): el de sensor de ángulo ciego.

Además de cargador inductivo para celulares y un equipo de audio de buena calidad (nuestra unidad sumaba un subwoofer JBL cuyo poder se controlaba desde un potenciómetro cuya ubicación lo dejaba algo expuesto a golpes accidentales), ofrece los sistemas con los que General Motors marca una diferencia frente a sus rivales: el de asistencia OnStar y el de Wi-Fi a bordo.

Entre dos mundos: Probamos la Chevrolet Montana

 

Una pick-up

A pesar de todas las referencias que señalan al Tracker como la costilla que le dio vida a la Montana, la nueva camioneta de Chevrolet es una pick-up con todas las letras. Y eso se advierte en algunas situaciones de circulación. 

Si bien en la ruta el desempeño es firme, seguro, muy agradable, en la ciudad prevalece esa misma condición, pero al atravesar determinados accidentes del camino, el eje posterior responde con rebotes desagradables. Evidentemente, la necesidad de soportar una capacidad de carga total de hasta 585 kilogramos (la más baja del segmento) ha obligado a los ingenieros a reforzar el eje trasero.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

En cuanto a la dirección, la asistencia eléctrica beneficia la respuesta del sistema, otorgándole al volante la suavidad necesaria para maniobrar en espacios reducidos a baja velocidad y la dureza adecuada que otorga seguridad en la ruta.

Y es que esa condición es necesaria para disfrutar de los 132 CV que entrega el motor 1.2 turbo, el cual es (adivinen)... ¡el mismo que emplea el Tracker!

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Este propulsor trabaja asociado con una caja automática de seis velocidades (se espera que en el futuro se ofrezca alguna variante con caja manual), que responde correctamente, aunque no ofrece levas detrás del volante y para pasar los cambios de forma secuencial hay que ubicarla en L y accionar las teclas ubicadas en la selectora del lado del conductor, un lugar de acceso incómodo.

Más allá de estos detalles, la asociación entre estos sistemas responde muy bien. Por eso las prestaciones que logramos en nuestras pruebas fueron muy buenas: 184,7 km/h de velocidad máxima, 10,3 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h, y 7,1 segundos para pasar de 80 a 120 km/h.  

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Esta cualidad no se repite en el consumo. En la unidad de pruebas medimos un elevado gasto de combustible en la ciudad, con un rendimiento de 7,5 km/l. 

Por supuesto, la gran desmultiplicación de la caja logra que el promedio final sea muy bueno (12,3 km/l), aunque para lograr eso en la vida real habría que conducir a 90 km/h mucho tiempo, ya que a esa velocidad el rendimiento del combustible se estabiliza en unos muy buenos 16,9 km/l. 

El sistema de frenos respondió con distancias correctas para un modelo de su tipo: medimos 39,6 m para detenerse por completo desde 100 km/h. En las pruebas siguientes (a 120 km/h, por ejemplo), la Montana mostró una clara tendencia a cruzarse.

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

Valor agregado

Según lo comunicado por General Motors de Argentina al cierre de esta edición, la nueva Chevrolet Montana Premier tenía un precio de lista de 12.449.900 pesos, que ascendía hasta los 13.721.510 pesos con el agregado de los opcionales. 

Para compararla con sus rivales, por supuesto dejaremos de lado los accesorios, aunque eso no logra emparejar el valor de la Montana con los de sus rivales. 

Chevrolet Montana Premier: Entre dos mundos

La Fiat Toro Freedom, con motor de 130 CV, una capacidad de carga mayor (650 kg), equipamiento más completo (siete airbags) y garantía de cinco años, vale 11.505.800 pesos.

La Renault Oroch, en la variante Iconic, ofrece motor 1.3 turbo de 163 CV, un equipamiento inferior al de la Chevrolet, la misma capacidad de carga que la Fiat e idéntica garantía que la de GM (tres años o 100.000 kilómetros), y su precio es de 13.256.600 pesos.

En lo que tiene que ver con la gama, la nueva Montana queda relegada frente a sus competidoras, dado que aquellas ofrecen un portafolio con varias opciones, tanto de motor, como de tracción, y algunas versiones disponen de un equipamiento más moderno.