Apenas uno sube a un Telluride, tiene la sensación de estar a bordo de un vehículo más caro de lo que realmente es. Su estilo exterior –que mezcla toques de estilo inglés con asiático– lo convierten en atractivo y diferente, con algunos elementos distintivos como las curvas en la base del pilar B, la forma de L invertida de sus faros traseros y un frente armónico con ópticas orientadas verticalmente. Al ser un diseño con personalidad, puede inspirar algunas opiniones encontradas, pero en el interior no se puede negar la sensación de calidad.
Los más: Estilo elegante • Andar confortable y silencioso • Fácil acceso a la tercera fila de asientos.
Encontramos cuidados y buenos materiales para su categoría, junto con asientos cómodos y amplio espacio en cualquiera de sus filas, que hacen que la Telluride brinde una agradable experiencia. En el caso de nuestra unidad, no tuvimos oportunidad de disfrutar del nuevo tablero, que ahora es digital, con un estilo apaisado similar al de Mercedes-Benz. De todos modos, el tablero convencional no ofrece puntos criticables, ya que muestra de forma clara toda la información necesaria, aun tratándose de la versión básica.
Los menos: Consumo algo elevado • Inclinación en curvas exigentes• Torque máximo a elevadas rpm.
Las butacas delanteras, con múltiples regulaciones, permiten alcanzar una posición adecuada y confortable, y, como curiosidad, alojan en la parte trasera del respaldo las tomas USB. El sistema de infoentretenimiento cuenta con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos de fácil funcionamiento, pero la presentación se ve algo anticuada en esta versión, con comandos físicos de generoso tamaño y una pantalla con un marco algo voluminoso. El volante multifunción ofrece teclas de agradable tacto y terminación.
Probablemente, la versión SX sea más interesante en estos aspectos, ya que suma algunas funciones como asientos delanteros con memoria, asientos traseros calefactables y ventilados, techo de cristal y una pantalla más avanzada, entre otras mejoras que justifican la diferencia de precio.
Espacio para toda la familia
Este SUV puede llevar hasta 8 personas con bastante comodidad. Empezando por la fila central, se observa un espacio generoso, asientos de dureza adecuada y buen confort para encarar viajes largos. Las manijas interiores en los pilares B facilitan el acceso, pero el único punto que no nos convence es el de las salidas de aire en el techo en lugar de la consola central. Suena lógico para refrigerar si pensamos que el aire frío tiende a bajar y el caliente a subir, pero en ocasiones es molesto tener un viento frío directo a la cabeza.
La consola central aporta dos posavasos en las plazas traseras, lo que hace que invada un poco el espacio del pasajero central, aunque esto no significa un gran problema, dado que el espacio es generoso.
La gran sorpresa es la tercera fila: al contar con varios centímetros más de largo que la Kia Sorento, logra un espacio más generoso y capaz de alojar tres pasajeros (recomendamos que sean de contextura física pequeña).
Además de un espacio habitable, el acceso es práctico, y con sólo apretar un botón en los asientos del medio, éstos se correrán automáticamente dejando un amplio espacio para ingresar y un escalón correctamente ubicado para el acceso. Siempre son las plazas menos cómodas de un auto, pero en comparación con sus rivales, queda muy bien parado.
Por último, el hecho de tener desplegadas las tres filas no anula el espacio de carga por completo y aun así permite cargar unos cuantos bolsos o hasta cuatro valijas del tipo “carry-on”.
Potencia, además de confort
Todas las versiones del Telluride comparten una interesante planta motriz de 6 cilindros en V de aspiración normal y 3,8 litros de cilindrada. El motor, con 24 válvulas con doble apertura variable e inyección directa, es capaz de funcionar con nafta súper. Entrega 295 CV a 6.000 rpm y 36,2 kgm de torque máximo a altísimas 5.200 rpm.
El torque tan arriba y el gran porte de este SUV, lo hacen sentir menos nervioso en el cambio de velocidad que otros competidores con motores turboalimentados, pero el confort y las grandes distancias en ruta son sus aliados.
Aunque algo voraz en ciudad, rindiendo 7,6 km/l, el motor es imperceptible y confortable en el uso doméstico, con un agradable ronquido cuando se lo despierta a través del acelerador. Está acoplado a una caja automática de 8 velocidades que reserva las levas al volante para versiones superiores, pero tiene mando manual y mueve a este gran SUV de 0 a 100 km/h en menos de 7 segundos.
Nuestra unidad contaba con la opción de la doble tracción que utiliza sensores electrónicos para monitorear las condiciones de la carretera y distribuir la potencia a las ruedas apropiadas. Cuenta con posibilidad de bloqueo, cuatro modos de manejo incluyendo uno para nieve, y una capacidad de remolque de 2.500 kg que le otorgan aún más versatilidad de uso.
La dirección es precisa, con correcta asistencia, y los frenos ofrecen el poder esperado.
Las suspensiones, con eje delantero independiente tipo MacPherson y trasero multibrazo con barras estabilizadoras, son muy confortables en ciudad, pero al momento de la exigencia se percibe un rolido algo excesivo.
Se trata de un SUV con una insonorización destacable al rodar, que copia obstáculos con una suavidad notable y con un conjunto mecánico en sintonía con esa suavidad, que invita a devorar kilómetros.
El rodado de la versión LX con medida 245/60 R18 es responsable de un confort mejorado.
Una fórmula imbatible
Si bien no lo mencionamos anteriormente, la Telluride LX está equipada con elementos de seguridad acordes, como el monitor de punto ciego, asistente de cambio de carril, control de crucero adaptativo, asistente de frenado de emergencia, control de vectorización de torque, sensores de estacionamiento y cámara de retroceso, que se alinean como virtudes a una motorización potente, un generoso espacio interior y de carga, y una suavidad de marcha destacable, junto a buenas terminaciones y calidad general.
Probablemente esto, sumado a un precio inicial para el LX de 35.990 dólares y de hasta los 54.000 de la versión SX Prestige X-Pro, y a una imbatible garantía de 10 años o 160.000 kilómetros, sean las razones por las que se vean tantos Telluride en las calles de Estados Unidos.
Teniendo en cuenta estos valores y el hecho de que se ubica por encima del Kia Sorento (que se comercializa en la Argentina) podríamos tener un parámetro de los precios para nuestro mercado en caso de que en algún momento Kia decida comercializarlo en nuestro país.
En conclusión, la marca surcoreana dio en la tecla con una receta más que atractiva que casi reúne las tres B: Bueno, Bonito y Barat... bueno, no tan caro.
