Renaulution, el plan a través del cual Renault desarrollará nuevos modelos electrificados, avanza rápidamente. A la ya interesante lista de unidades presentadas en los últimos meses, la marca francesa agrega ahora el Rafale, un SUV mediano que, por ahora, es apenas un render y proyecciones digitales publicadas por sitios especializados.
Los detalles y especificaciones, incluso el diseño final de este singular producto de la casa francesa, se conocerán el 18 de junio cuando se realice la presentación oficial en París, aunque han trascendido algunos datos muy llamativos.
El primero, por supuesto, es el diseño. En la imagen difundida por la casa del rombo se advierten líneas de neto corte aerodinámico que, de alguna manera, siguen los pasos del prototipo Vision Scénic. Se ve claramente una línea de cintura elevada que cierra en el remate posterior, del cual ha trascendido una pequeña imagen en la que se muestra el logotipo de la marca junto con el nombre del modelo.
Del mismo modo que, por ejemplo, el Austral y el Espace, el Rafale toma como base la plataforma CMF-CD, para sumarse a la familia híbrida E-Tech.
En cuanto a las motorizaciones, por ahora nada confirmado. Entre las opciones aparecen equipos híbridos aunque no se sabe si serán “genuinos”, enchufables o Mild Hybrid. Se especula con que la potencia estará en torno a los 140 y los 200 CV.
Sin embargo, más allá de los datos técnicos, uno de los datos que más interés generó es el nombre de este nuevo SUV. Para conocer el origen esta denominación tenemos que trasladarnos hacia atrás en el tiempo.
A principios del siglo XX Renault era era pionera en la producción de motores y automóviles, pero también se dedicaba a la fabricación de trenes y aviones.
En 1933 Louis Renault, (fundador de la compañía y apasionado por la aeronáutica), adquirió la empresa de aviación Caudron creando la Caudron-Renault iniciando de esa manera una nueva etapa en la rica historia de la casa francesa.
Para darle su propia impronta a la nueva compañía, Renault le cambió el nombre a los aviones que ya producía Caudron, para lo cual eligió denominaciones referidas a vientos. Así, el C500 se convirtió en Simoun, el C640 en Typhoon, el C714 en Cyclone y el C460 en Rafale.
Pero el Rafale no era un avión más, Era un caza bombardero desarrollado con una estructura de madera cubierta por tela y enchapado. Tenía un ala baja con puntas en forma de elipse y un motor Renault en línea y refrigerado por aire de 6.3 litros que entregaba 147,5 CV a una hélice de paso variable con dos palas.
Ese avión era muy avanzado para su época gracias a un diseño atrevido, su aerodinámica vanguardista y sus prestaciones. El 11 de agosto de 1934 el piloto Hélène Boucher batió el récord de velocidad alcanzando los 445 km/h.
Por lo visto las aspiraciones de Renault con el Rafale son muy grandes. Veremos si la historia se repite y la marca francesa logra con este nuevo SUV batir récords.