Nissan se encuentra analizando de cerca el panorama para tomar distintas medidas, como sucede con casi todas las automotrices a nivel mundial, en un clima donde la pandemia del coronavirus generó estragos en las cuentas de diferentes marcas.
Por el momento, en Argentina todo parecería ser más claro con fuertes apuestas en la Frontier nacional, sumado a la llegada de su hermana a la línea de montaje de Santa Isabel, la Renault Alaskan. En cambio, en Brasil, las decisiones para el próximo tiempo están en duda, ya que una serie de imprevistos dejó a la firma nipona con varios interrogantes.
Por ejemplo, según indicó O Globo, la inauguración de la planta de Resende en 2014 fue realizada en un panorama donde las ventas en Brasil eran de 4,5 millones de autos al año, pero desde mediados de la década pasada hasta la actualidad, el país no volvió a recuperar ese ritmo.
Los modelos que la marca produce en suelo vecino son tres: March, con un poco más de 10 años; Versa, desde 2012; y Kicks, que es el caballo de batalla de la compañía, que llegó con los Juegos Olímpicos de Río 2016. De esta manera, dos de los tres modelos, se encuentran en una etapa bastante avanzada de sus respectivos ciclo de vida, pero la firma japonesa todavía no tiene claro cuál será su próxima estrategia.
Además, otro de los puntos de quiebre fue la reunión realizada en mayo para decidir el nuevo modelo de negocio global de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, donde se estableció que el rombo sería la “referencia estratégica” del grupo en Sudamérica.
En junio, la planta de Resende redujo personal por causa del covid-19 y a eso se le sumó la reprogramación de varios de los lanzamientos previstos para este año (varios de estos también llegarán a nuestro país), al menos por unos meses.
"Estamos estudiando decisiones para los próximos cinco años. No se ha cancelado nada, pero posponer las inversiones es parte de ello", reveló Marco Silva, presidente de Nissan Brasil.
Por ejemplo, la nueva generación del Versa producida en México estaba programada para junio, pero la pandemia provocó que su lanzamiento se haga desear, al menos hasta noviembre. En contrapartida, el Versa brasileño se seguirá fabricando pero quedará en un escalón por debajo y pasará a denominarse V-Drive.
Todavía es una incógnita el March, que se despedirá en el próximo tiempo y no tendrá un reemplazante directo, aunque todo indica que el nuevo Magnite sería el encargado de tomar la posta. Por último, mientras el nuevo Sentra se encuentra en estudio, el restyling del Kicks llegará el año que viene, pero el sistema híbrido se pospuso con fecha de arribo para 2022 o principios de 2023.
