Después de la presentación a nivel mundial, Ford se prepara para la producción de la nueva generación de Ranger en la planta de General Pacheco (se hará realidad en 2023). Si bien las obras ya comenzaron, también se dice que Everest, su hermano en formato de SUV, sería otro integrante que se sumaría a la línea de montaje nacional para competir contra modelos como Toyota SW4 y Chevrolet Trailblazer.
Mientras esperamos por su llegada, el sitio Cars Guide indicó que la nueva familia del óvalo (pick-up y SUV) podrían prolongar su vida útil, de tal manera que estarían presentes al menos hasta 2030.
¿A qué se debe la posible medida? Si bien hay diferentes fundamentos, uno de ellos es el gran trabajo que se ha llevado a cabo para desarrollar un modelo innovador y con un gran nivel de equipamiento en materia de seguridad, confort, mecánico y tecnológico.
A su vez, otro de los principales puntos a tener en cuenta es el tren motriz, ya que esta generación soportará las modificaciones que se realizarán en los próximos años de acuerdo al "pase" de combustión a eléctrico. Esto significa que habrá variantes a nafta y diésel, otras híbridas (ya anunciada y de hecho podría fabricarse en Argentina), y también se espera la creación de una configuración completamente electrificada.
Obviamente, se tendrá en cuenta la demanda, las legislaciones y el crecimiento de los vehículos ecológicos a nivel mundial. Al parecer, la idea es extender el ciclo de vida de las nuevas generaciones para poder aprovechar todos estos cambios, con el objetivo de que hacia 2028, Ranger, F-150 y todos los derivados posean una plataforma modular única.
De todas formas, para esto todavía falta e incluso todavía ni siquiera llegó la nueva generación de la pick-up al mercado local, pero algunos directivos de otros países miran a largo plazo con el objetivo de fomentar el desarrollo de políticas sustentables.
