Un Salón en sintonía con el mercado y que mira al futuro

El auto show porteño lució recuperado de la última edición y mostró productos novedosos que confirman la confianza con el ámbito local. Deportivos, ecológicos y SUV, las estrellas. Galería de fotos

Redacción Parabrisas

La octava edición del Salón del Automóvil de Buenos Aires no será una más con el correr del tiempo. Quedará en el listado como el año que marcó la recuperación de la muestra, en sintonía con un mercado que despega y que empieza a mirar, cada vez más y en distintas formas, a un futuro con nuevos paradigmas.

En 2015 el Salón había mostrado la problemática situación local, con expositores de peso que se ausentaron y vehículos que no estaban ni mucho menos en la imaginación de los usuarios.

Pero en este 2017, modificaciones arancelarias de por medio, la confianza es otra y el futuro está más claro. Prueba de ellos son los concepts exhibidos en La Rural. Dos de ellos de elite mundial, como el Renault Trezor y el Peugeot Instinct. Presentados ambos en los últimos meses, encarnan el tiempo por venir de dos marcas fuertemente arraigadas en el país.

Además, entre la decena de prototipos, se pueden mencionar la pick-up Mercedes Benz Clase X y el Toyota FCV Plus, vehículo propulsado a hidrógeno que, comentan desde la marca japonesa, tendrá la capacidad de generar electricidad para los usuarios.

Los combustibles alternativos engrosan aún más el mañana que se percibió en Palermo. Muchas marcas apuestan al cambio de modelo en lo que a energías se refiere y cada vez más vehículos, conocidos o totalmente nuevos, podrían arribar al país.

Esto va de la mano de la modificación arancelaria que realizó el Gobierno a fin de incentivar el uso de otros propulsores. El camino es largo aún, con los puntos de recarga como materia pendiente. Y fundamentalmente, la inserción cultural de estos rodados, todavía lejos de la aceptación generalizada de los usuarios.

Donde sí se vuelca el público masivamente es al segmento de los SUV. EcoSport, HR-V, Tiggo, 3008, sólo por mencionar algunos nombres propios de una categoría que asume peleas tan grandes como la de los medianos.

Otro punto importante para destacar es la presencia de varios súper deportivos o versiones radicales. Por su elevado precio o experiencia de manejo para un grupo selectivo, estos autos de pura cepa están acotados a una porción reducida de clientes. Por eso, el brillo de su poder hace prever una mayor confianza en un mercado que da señales de recuperarse en plenitud.

El regreso al Salón de Maserati y Ferrari (todos modelos para ser vendidos como 0 km), los americanos Ford GT40, Mustang Shelby 350 GTR, Chevrolet Camaro SS y el Dodge Challenger Hellcat SRT, más las novedades de Audi y Honda y la llegada de Lotus al país, encienden un nuevo panorama para productos exclusivos que hasta hace pocos meses eran un sueño de fanáticos que se contentaban con fotos o videos. No todos se venderán en el país, pero que se luzcan en Palermo es todo una señal.

Una contra en cuanto al área local se refiere a las novedades presentadas que se producirán en Argentina. En concreto, sólo las pick-ups Renault Alaskan y la Clase X (comparten plataforma, al igual que la Nissan Frontier) se construirán aquí, y será en la planta de la terminal francesa en Córdoba, lugar de nacimiento de las tres camionetas. Además, en el futuro se podría sumar la Toyota Innova, que en un principio llegará procedente de Indonesia.

A pesar de este pequeño aspecto negativo, a favor se puede decir que serán muchos los productos nuevos que se comercializarán muy pronto en el país, más allá de ser importados. Comenzando por Fiat Argo y Renault Kwid, dos autos destinados a estar entre los más vendidos. Una andanada de SUV llegará en las próximas semanas, entre ellos, Nissan Kicks, versiones de Chery Tiggo, y los renovados Koleos (del rombo) y Ford EcoSport. También hay que destacar algunos “picantes”, como el VW Golf R, el Audi RS3 y el TTRS.

En total, fueron 29 las terminales que dieron el presente en Motor show porteño, más Pagani, a través del Zonda F y el Zonda Revolución, que finalmente arribó a la muestra algunos días más tarde. A esta treintena de marcas expositoras hay que sumarle otras tantas empresas relacionas al mundo automotor y que tienen su stand, como autopartes, juguetes, artistas, medios, seguros, entes gubernamentales, etcétera.

Alrededor de medio millón de personas se acercaron a La Rural. El Salón, con partes bajo techo y otras al aire libre, tuvo una dimensión total de 43.000 metros cuadrados. En promedio, cada stand tuvo aproximadamente 1.800 metros cuadrados, y las marcas gastaron entre 8 y 12 millones de pesos para montar su show.

En lo inmediato, el rumbo encara hacia Europa para la muestra motor más importante del año, en Frankfurt, a mediados de septiembre. En la región, el siguiente será el de San Pablo, a fines de 2018. Hablamos del futuro, el mismo hacia el que apuntó el Salón de Buenos Aires, recuperado, con fibras nuevas y dispuestas a mostrar que el mercado local tiene todos los engranajes activos.

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